La acusada, Mercedes G. S., durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza
La acusada, Mercedes G. S., durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Tribunales

Intentar matar a un bebé puede salirle a una niñera por solo 720 euros de multa

La Fiscalía renuncia a pedir prisión para ella, por entender probado que se arrepintió a tiempo y dejó de asfixiar al bebé

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Un intento de asesinato de un bebé puede saldarse únicamente con una multa de 720 euros. Es la pena que la Fiscalía solicita para una niñera acusada de haber intentado matar al bebé al que tenía a su cargo. El fiscal reclamaba inicialmente para esta mujer una condena de 12 años de prisión. Sin embargo, durante el juicio ha cambiado de criterio: rebaja la petición a solo tres meses de multa (720 euros) y una indemnización de 500 euros para los padres del bebé.

El fiscal ha justificado su cambio de criterio en las circunstancias que se han ido aportando a las diligencias. Así, considera que estaría probado que la acusada, Mercedes G. S., decidió dejar de asfixiar al bebé antes de qué éste muriera.

Es decir, que se arrepintió cuando ya había iniciado su acción criminal. Y, por tanto, que le resulta de aplicación lo contemplado en el artículo 16 del Código Penal, cuyo apartado 2 disnpone que «quedará exento de responsabilidad penal por el delito intentado quien evite voluntariamente la consumación del delito, bien desistiendo de la ejecución ya iniciada, bien impidiendo la producción del resultado». Es lo que se denomina «desistimiento voluntario».

Los padres del bebé, sin embargo, mantienen su acusación contra la niñera por tentativa de asesinato. Ella, por su parte, insiste en su versión de inocencia. Asegura que no intentó matar al bebé y que los síntomas que presentaba el niño no se los provocó ella. «Soy madre, no haría algo así», ha subrayado durante la vista en la Audiencia de Zaragoza.

Los hechos que se juzgan se produjeron el 15 de enero de 2016, en casa de la familia del bebé. La niñera se hacía cargo de él a la par que se encargaba de las tareas domésticas. Aquel día, el bebé -de diez meses de edad- se había quedado solo con la niñera entre las 14.30 y las 15.30 horas. A esa hora volvieron los abuelos del niño, que le notaron inusualmente sonrojado y con señales de haber tenido alguna pequeña hemorragia. Estaba en la cuna y el pequeño se comportaba con absoluta normalidad, por lo que no le dieron más importancia. Pero, cuando los padres llegaron a casa -escasas horas después- sí se alarmaron. Ambos son médicos. Llevaron a su hijo a las urgencias hospitalarias y allí el informe facultativo apuntó a que las lesiones que presentaba el bebé -petequias en la cara, entre otros indicios- eran compatibles con una asfixia por sofocación, es decir, con un intento de muerte por asfixia.

Ese supuesto fue avalado también por los informes del Grupo de Homicidios de la Policía, que se encargó de la investigación del caso, y por el emitido también al respecto por el Instituto de Medicina Legal de Aragón. La defensa de la acusada, sin embargo, ha aportado al juicio otro informe técnico en el que apunta que las lesiones que presentaba el bebé también eran compatibles con una leve patología infecciosa.

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