El ex primer ministro de Italia, Matteo Renzi (centro), en un cohe oficial
El ex primer ministro de Italia, Matteo Renzi (centro), en un cohe oficial - EFE

En Italia, 550 personas con escolta

Criterio del ministerio del Interior para ofrecer escolta: «Proteger a personas sujetas, por funciones u otros motivos comprobados, a específicos peligros o amenazas»

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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En Italia hay unas 550 personalidades que tienen escolta policial; de ellas, 400 con coche blindado, según el Sindicato Autónomo de Policía (SAP). La mayoría de las personas con escolta son políticos y magistrados; en mínima parte hay también sindicalistas, presidentes de regiones, algunos alcaldes, arrepentidos de la mafia y periodistas –el caso más conocido es el de Roberto Saviano, amenazado por la camorra-. Un departamento del ministerio del Interior estudia la concesión de escoltas, siguiendo el criterio de «proteger personalidades institucionales nacionales y extranjeras, así como personas sujetas, por funciones u otros motivos comprobados, a específicos peligros o amenazas».

Las fuerzas del orden empleadas para la seguridad de estas personalidades son principalmente agentes de policía y carabineros, pero también hay unos 400 hombres de vigilancia, empleados como guardaespaldas.

Existe una lista de prioridades para las personas con escolta, subdividida en cuatro niveles. El primero se concede solo a 16 personalidades y consiste en dos o tres automóviles blindados con 3 agentes por coche. El segundo nivel, asignado a 82 políticos o personas de poder, prevé dos automóviles blindados con tres agentes cada uno. Un solo coche con dos agentes se destina a 302 personalidades en el tercer nivel. El último prevé un coche no blindado con uno o dos agentes ofrecido a unas 150 personas.

A menudo, los sindicatos policiales han criticado que existen personas con escolta sin que esté suficientemente justificada, sobre todo en Roma. Por ejemplo, un informe del Silp-Cgil denunciaba que en la capital italiana se mueven 120 coches de escoltas, con más de mil agentes dedicados al servicio, mientras los automóviles de vigilancia policial solamente son 40. Por su parte, el SAP denuncia que muchos políticos que no corren riesgo quieren la escolta porque si no la tienen se sienten como un general sin medallas.

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