Génova idea un sistema de «doble vuelta» para elegir al presidente del partido

La dirección nacional del PP va a proponer una reforma de sus estatutos para que el sistema de elección el presidente, que el partido denomina a «doble vuelta», pero que en realidad es mixto. La idea es que todos los afiliados que deseen participar en esa elección se inscriban previamente para elegir entre los precandidatos. Sin embargo, se mantiene la votación por compromisarios, que son los que al final decidirán al líder, como hasta ahora.

El vicesecretario de Organización de Génova, Fernando Martínez-Maillo, asegura que su propuesta, que deberá ser aprobada en el congreso nacional de febrero y que regirá a partir de los cónclaves regionales, cumple con la demanda de quienes pedían mayor participación de las bases en la elección de los líderes: «un afiliado, un voto».

Pero defiende el principio de la democracia representativa, a través de compromisarios. Es decir, un híbrido.

Según la propuesta de la dirección, se exigirá un año de antigüedad a los precandidatos, que deberán contar con 100 avales de los más de 860.000 afiliados del PP. Los que obtengan el 10% de los votos de la militancia serán aspirantes formales.

A partir de ahí empieza la segunda vuelta, en la que se establecen mecanismos de «mayoría reforzada». De esta forma, según Génova, se quiere evitar que los compromisarios socaven la voluntad de los afiliados, es decir, que den un vuelco a lo votado en primera vuelta. Pero también que las territoriales con más peso se impongan a las pequeñas.

El presidente elegido tendrá un mandato de 4 años y, según los actuales estatutos, será el candidato a las elecciones.

Según los datos ofrecidos este martes, apenas 14.348 militantes del PP han participado en las elecciones para los compromisarios. Se han abierto urnas en 208 de las 1.200 asambleas que tiene el partido en toda España, ya que en el resto no había concurrencia.

Oficina del Cargo Popular

Génova ha anunciado además que creará una Oficina del Cargo Popular, que escrutará y fiscalizará a sus miembros. Se exigirán criterios de «idoneidad» de los candidatos a las listas electorales -declaración de renta, bienes, etc-, reforzando los controles internos. Se abrirá además un canal de denuncia interna, algo que hasta ahora no existía.

El PP, en todo caso, mantiene su criterio de no expulsar o retirar el carné de militancia a los cargos imputados, como así lo exige Ciudadanos en sus acuerdos gubernamentales. El partido defiende que el listón para actuar debe seguir estando en la apertura del juicio oral, y no en la mera investigación formal. Maillo ha insistido en que «es compatible» su código de funcionamiento interno con los compromisos con Cs, que se van a respetar. «Nuestro ideario lo hacemos nosotros, no nos lo hacen desde fuera», ha insistido.