Génova levanta el veto para presentar enmiendas en su próximo congreso

Elimina la cláusula que prohibía discutir determinados apartados de las ponencias. Esa norma no escrita se usó en Sevilla para rechazar el debate de primarias

Madrid Actualizado: Guardar
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El Partido Popular va a someter a discusión cada línea de sus ponencias, incluida la de estatutos, en el próximo congreso nacional que celebrará en febrero en Madrid. La comisión organizadora del cónclave, que dirige la presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha decidido eliminar la polémica cláusula por la que el partido delimitaba el debate congresual sólo a aquellos aspectos que hubieran sido propuestos para su revisión previamente por los ponentes. O dicho de otra manera, se levanta el veto para presentar enmiendas de cualquier tipo.

El comité organizador aprobará en una próxima reunión esta importante decisión, que o bien es incluida en el reglamento que regirá el XVIII Congreso del PP, «o al menos lo aclarará», señalan a ABC fuentes de la dirección nacional, que defiende este cambio como «un gesto de apertura al debate».

La cúpula de Génova asume que esta norma, no escrita, «generaba mucha controversia porque limitaba el debate interno».

Esta cláusula fue motivo de polémica en el cónclave de Sevilla ya que fue esgrimida para rechazar la enmienda que proponía incorporar el sistema de primarias para la elección del presidente nacional, que llevaba la firma del concejal del PP de Madrid Íñigo Henríquez de Luna. La propuesta decayó porque «no tocaba», según se explicó entonces desde el partido.

En realidad, lo que ocurrió es que el texto de la ponencia de estatutos que se presentó al congreso de 2012 no incluía ninguna modificación previa del artículo 31, que versa sobre «democracia interna y procedimiento electoral». Los coordinadores de dicha ponencia –la líder de los populares catalanes, Alicia Sánchez Camacho, el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, y de Cantabria, Ignacio de Diego – blindaron así ese apartado y cerraron cualquier posibilidad de discusión a los compromisarios.

El cónclave de Valencia

Ocurrió lo contrario en el turbulento cónclave de Valencia de 2008, donde entonces sí se debatió la enmienda de las primarias presentada también por Henríquez de Luna. El motivo fue que, en medio de una fuerte campaña desde el PP de Madrid por abrir el voto de la militancia para designar a sus cargos, uno de los redactores de la ponencia de estatutos, Alberto Núñez Feijoo, propuso modificaciones al citado artículo 31. Se introdujo el actual sistema de elección del presidente del PP por compromisarios, se incluyó el requisito a los candidatos de presentar 100 avales y se ordenó el sistema electoral interno del partido. Si los ponentes revisaban el texto, entonces sí cabían enmiendas.

Dirigentes y fontaneros de Génova encargados de la organización de los congresos del partido no supieron detallar a este diario cuándo se introdujo esta cortapisa al debate de las ponencias, que no se recoge en el reglamento del congreso. «El uso y la costumbre también es fuente de derecho», recuerda un veterano de las cocinas de Génova, que se remonta a los ochenta para constatar que esa cláusula ya estaba entonces en circulación.

La dirección del PP defiende su validez y, sobre todo, su utilidad para «ordenar» la discusión de los compromisarios en la cita congresual. «Se pensaba que si abríamos el melón de tantos artículos a libre albedrío de cada uno de los 3.000 compromisarios necesitaríamos días y días para las propuestas de modificación en las comisiones», señala este cargo de Génova, convencido de que los debates, que en los días del congreso suelen arrancar por la tarde y se prolongan a veces hasta la madrugada, «serían interminables». Sin embargo, apoya el «gesto de apertura total» de la dirección del partido porque fomentará la participación de todos.

«Un avance democrático»

Un cargo madrileño del PP celebraba ayer con notable dosis de ironía este levantamiento de condena al cajón de las propuestas de los compromisarios. «Es un gran avance democrático. Que el congreso del partido sea soberano es un estupenda noticia», reseñó, convencido de que el partido no tenía otra opción por la necesidad de reforzar su «democracia interna».

Consecuencia inmediata de este cambio es que en las comisiones del congreso de febrero se debatirá seguro la enmienda de primarias, toda vez que Íñigo Henríquez de Luna ya ha anunciado su intención de perseverar en su demanda. El «número dos» de Esperanza Aguirre en el Ayuntamiento de Madrid se ha mostrado muy crítico con el repliegue del PP en torno a este sistema de elección, que fue esbozado en la Conferencia Política que organizó el partido en el verano de 2015 para reconectar con sus bases tras la pérdida de poder territorial de las autonómicas y locales de mayo. Una de sus conclusiones fundamentales fue la necesidad de «dar más voz» a los militantes. Quien se abstendrá en el debate de enmiendas por ser la «anfitriona» del XVIII Congreso es Cristina Cifuentes, partidaria de las primarias. En Sevilla «pujó» por eliminar la referencia de partido «cristiano», pero fue rechazada.

Desde la dirección nacional se insiste, sin embargo, en que el modelo representativo (voto por compromisario) es «igual de democrático» que las primarias. «En el PP hay y habrá urnas», insiste Génova. La elección de los 3.172 compromisarios (hay 513 natos, no elegibles) se celebrará los días 16, 17, 18 y 19 de este mes.

Cualquiera de los compromisarios en el congreso de Madrid podrá enmendar aquello que mejor considere de los nuevos estatutos, que ahora están compuestos por 68 artículos, además del preámbulo, seis disposiciones adicionales y otra final. El nuevo redactado, que por primera vez se une a la ponencia política, está coordinado por el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo. El plazo para presentar a Génova el texto que se llevará al congreso termina el 20 de este mes de diciembre. A partir de entonces se podrán empezar a registrar enmiendas, con el 15 de enero como plazo máximo.

En Sevilla se presentaron 1.501 enmiendas a las ponencias, de ellas, 408 al redactado de estatutos. En Valencia fueron 2.124 propuestas, 561 a estatutos y 1.162 a la ponencia política.

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