Hombre entrando a una mezquita
Hombre entrando a una mezquita - ángel de antonio
alerta terrorista

¿Cómo surgió el yihadismo en España?

En un periodo de menos de cuarenta años, el islamismo radical se ha extendido en el país

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El yihadismo supone cada vez un problema mayor para el Ministerio del Interior, que este año ha elevado la alerta antiterrorista al nivel cuatro (midiendose en un máximo de 5) después de los atentados en Túnez y Francia. Jorge Fernández Díaz, que está al frente de la cartera, reconoció en una entrevista a ABC que, aunque no quiere generar alarmismo, hay que admitir que este es el nivel más alto de alerta que se ha activado después de lo sucedido el 11 de marzo de 2004. No es para menos: según el Grupo de Estudios de Seguridad Internacional, en lo que va de año, se han llevado a cabo 13 operaciones antiterroristas en nuestro país, número muy elevado en comparación con los de periódos anteriores en los que, en muchas ocasiones no superaban la decena.

Sin embargo, esto no siempre ha sido así. Hace 40 años, los atentados relacionados con el islamismo radical era algo practicamente desconocido en España y nadie podría haberse imaginado lo sucedido el 11M. No fue hasta el 24 de agosto de 1971, cuando un avión de la compañía jordana Alia aparcado en la estación de Barajas explotó. En esta primera acción terrorista nadie resultó herido ni los daños materiales se consideraron de importancia, pero si que supuso el pistoletazo para lo que después sería una larga carrera de atentados yihadistas en España.

Posteriormente, durante los años 80, España fue el escenario de varios atentados. La mayor parte de ellos tenían como fin acabar con la vida de musulmantes relevantes que practicaban una política contraria a los valores marcados por el islamismo radical. Por ejemplo, en 1984, la Yihad Islámica intentó atentar contra Khalid Almarzook, el propietario del periódico kuwaití Alanbaa, que en aquel momento estaba residiendo en Marbella. Almarzook iba en coche cuando un desconocido empezó a disparar con una pistola ametralladora a su vehículo. Aunque el empresario salió ileso, el conductor del vehículo falleció en el ataque. Este tipo de atentados se repitieron durante toda la década y acabaron con la vida de Nazir Sabag, dirigente de los Hermanos Musulmanes, o Najeeb Sayed Hasshem, secretario de la embaja de Kuwait, entre otros.

Sin embargo, durante esos años la yihad también había empezado a centrar su objetivo en los españoles, ya que según este tipo de colectivos existe la creencia de que deben librar a Al-Andalus del «cautiverio español». En julio de 1984, la Policía detuvo a un comando iraní de los Mártires de la Revolución Islámica que tenía como misión atentar en un avión saudí en España. Su agrupación, compuesta por chiítas radicales, les había encargado además obtener información sobre la oposición al régimen persa del momento. Por suerte, la Policía logró evitar que este grupo llevase a cabo tan terrible atentado.

En cambio, no hubo tanta suerte un año después, en 1985. «El Descanso», un restaurante situado en la carretera de Torrejón de Ardoz, muy cerca de una base militar, estaba prácticamente lleno la

El responsable del atentado pudo ser Mustafá Setmarian, íntimo amigo de Bin Laden

noche del 12 de abril. Cerca de 100 personas disfrutaban de una agradable velada cuando una bolsa que contenía unos 15 kilos de cloratita explotaba, arrebatándole así la vida a 18 personas (todas ellas españolas) e hiriendo a otras 82. Este caso, que supuso el primer atentado de terrorismo islámico a residentes españoles, ha sido varias veces investigado aunque a día de hoy, está archivado. En el marco de una de las últimas investigaciones realizadas al respecto, uno de los testigos del atentado reconoció a Mustafá Setmarian Nasar como responsable. Setmarian, un sirio que residió en España durante 12 años era amigo íntimo de Bin Laden y se le considera uno de los principales fundadores de Al Qaeda en España, está actualmente en paradero desconocido.

Tras el incidente del restaurante, los atentados yihadistas empezaron a ser cada año más constantes en nuestro país. Apenas tres meses más tarde, el 1 de julio de ese año, una bomba hizo explotar la sede central de la compañía British Airways que se encontraba en la Gran Vía madrileña. En esta ocasión, la Organización de Oprimidos (agrupación que reivindicó el acto) provocó graves daños materiales y, sobre todo, daños personales, ya que 27 personas resultaron heridas y Esther Grijalbo Gómez, una mujer madrileña de 45 años, murió en el atentado. Pocas horas más tarde sucedía algo similar en la sede de la compañía Alia, en la primera planta de la Torre Madrid, que fue atacada a base de metralla- A pesar de la gravedad del atentado, en esta ocasión, nadie resultó herido.

Es llamativo que, a pesar de ser tan convulsa la década de los 80, las primeras detenciones de terroristas pertenecientes a agrupaciones integristas no se realizaron hasta la década de los 90. Entre ellas destaca la de Ghebrid Messaoud, vinculado al Grupo Islámico Armado (GIA), que fue detenidos cuando iba a salir de la ciudad de Barcelona con un equipaje lleno de armas. La importancia de esta detención reside en que fue la primera de muchas que se realizaron después a miembros del GIA.

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