Dos caras del mismo partido. Rita Barberá vuelve a presentarse en Valencia. Álvaro Nadal es director de la Oficina Económica de Rajoy
Dos caras del mismo partido. Rita Barberá vuelve a presentarse en Valencia. Álvaro Nadal es director de la Oficina Económica de Rajoy - abc
Perfil del dirigente político

Viejos y nuevos partidos: entre la experiencia y la novedad

Las formaciones emergentes, sin historia de gestión, ponen a prueba la adaptación de PP y PSOE a los nuevos tiempos

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Los defensores de la «nueva política», frente a la «vieja», desprecian el valor de la experiencia, porque lo importante para ellos es partir de cero, estar limpios, contar con el beneficio de la duda y no tanto ser políticos con una hoja de servicios amplia y fructífera. Los llaman «casta». La inexperiencia implica, entre otras cosas, no haber tenido ocasión de cometer ningún error, y presentarse ante la opinión pública con una imagen limpia como una patena.

La realidad, sin embargo, ofrece ejemplos, con nombres y apellidos, de políticos veteranos, cuya experiencia es su punto fuerte y así lo han valorado en sus formaciones políticas. Esperanza Aguirre, Rita Barberá, Jesús Posada, Ángel Gabilondo, José Manuel García-Margallo, Miguel Arias Cañete...

Son algunos de los políticos de la «vieja guardia» que siguen contando para sus partidos en puestos de primera fila, a los que habría que añadir al presidente, Mariano Rajoy, con 60 años recién cumplidos, de la misma generación que Alfredo Pérez Rubalcaba, de 63, en el primer frente de batalla político hasta el año pasado.

Precisamente, la «experiencia» es una baza que exhibe Rajoy en este año electoral, frente a los partidos «que acaban de llegar». Ayer, en Murcia, advirtió de la incertidumbre que suponen las nuevas formaciones, como Podemos o Ciudadanos, «aquellos que no han gobernado nunca» y su gestión se presenta como una aventura.

Con todo, el relevo generacional se va imponiendo en todas las instituciones, y los partidos tradicionales intentan adaptarse a los nuevos tiempos. El PSOE sustituyó a Rubalcaba en 2014 por un político prácticamente desconocido de 42 años, Pedro Sánchez, sin ninguna experiencia de gestión y con la camisa «blanca», como símbolo de una hoja de servicios limpia. En Izquierda Unida, Alberto Garzón (29 años) ha defenestrado en apenas unos meses a Cayo Lara. Otros veteranos de IU, como Gaspar Llamazares, han desaparecido del debate público. En UPyD, que lideraba hasta hace poco más de un año la «tercera vía» prácticamente en solitario, atraviesa una crisis de liderazgo, con Rosa Díez (62 años) cuestionada y presionada por una nueva generación, que puede representar Irene Lozano (43 años), candidata a liderar el partido.

Hoy por hoy, en el Partido Popular la experiencia es un grado... en el Gobierno y en ciertas candidaturas clave para esta formación, como son Valencia o Madrid. «España no está para amateurs», proclama Rajoy, quien defiende que «el futuro pasa por seguir haciendo el mismo camino». Es una filosofía que ha aplicado con Rita Barberá (66 años), a la que el PP ha pedido que se presente una vez más en Valencia, donde es alcaldesa desde 1991.

Pero una cosa es defender la experiencia para salir de la crisis, y otra diferente prepararse para competir con garantías en un nuevo modelo de partidos y de sociedad. Ahí el PP sí se está renovando para plantar cara a formaciones cuyo principal aval es la falta de (malas) experiencias.

Álvaro Nadal (44 años), jefe de la oficina económica de Moncloa, representa el perfil de una nueva generación en el PP, un político tecnócrata, muy formado, con avanzados conocimientos económicos y experiencia de gestión de mil batallas políticas dentro y fuera de España. Pablo Casado (34 años), Cristina Cifuentes (50) o Borja Sémper (39) son tres de las caras del PP que representan la «nueva política», capaz de competir con las formaciones emergentes en su mismo terreno.

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