Sánchez sospecha que Rivera ya ha decidido apoyar al PP

En política, no hay amigos. Que se lo digan a Pedro Sánchez y a Albert Rivera, quienes después de firmar el pacto «histórico» para la investidura fallida del primero, han comenzado ahora a distanciarse. Sánchez dijo ayer por la mañana en la SER que «a lo mejor» la firma tan solemne de ese acuerdo el 24 de febrero en el Congreso no fue buena. Casi a la misma hora en que Sánchez decía eso, en Madrid, durante un desayuno informativo, Rivera emplazaba a Sánchez a «decidir qué quiere ser de mayor», si pactar un gobierno «constitucional» con Ciudadanos y con el PP o mirar al «populismo» de Podemos.

En el PSOE, donde esas palabras sentaron mal, se sospecha que Rivera está virando su crítica a Rajoy porque ya ha decidido apoyarle tras el 26-J.

«Es Rivera quien está rebajando sus exigencias al PP, ahora se plantea apoyar a Rajoy cuando antes era una línea roja por los casos de corrupción», señalan a ABC fuentes de Ferraz. Anoche, en Málaga, donde el PSOE amenaza con arrebatar a Ciudadanos su segundo escaño en esta provincia (según el CIS, los socialistas empatarían a 4 con el PP), Pedro Sánchez advirtió que tras las elecciones del 26-J «el señor Iglesias no va a ser presidente del Gobierno» apoyado por el PSOE sino que «tendrá otra vez una disyuntiva: si sigue con Rajoy como presidente en funciones o apuesta por un presidente socialista». Tiene claro que, si suma con Podemos y PNV los 176 escaños necesarios para una investidura, «tenderá la mano»; no hará caso a la petición de Rajoy de dejar gobernar a la lista más votada. Lo recalcó para respaldar un tuit de Jordi Sevilla ayer por la mañana: «Para evitar terceras elecciones, si no hay mayorías, debería dejarse gobernar al candidato que consiga mayor apoyo parlamentario».

Sevilla en redes sociales

Ya por la tarde, el exministro de Administraciones Públicas y asesor económico del PSOE precisó que no tiene dudas de que Pedro Sánchez será el candidato con más apoyo parlamentario tras el 26 de junio como ocurrió tras el 20-D. Esta afirmación ha provocado bastante movimiento en la citada red social, lo que le ha llevado al exministro socialista ha insistir en su idea. «Me preocupan aquellos que critican dejar gobernar al candidato más votado por el Parlamento. ¿Qué quieren? ¿Que gobierne el que menos apoyos reúna?», planteó.

Ésta es la tesis que el PSOE ha venido defendiendo. De hecho, en la fallida investidura de Pedro Sánchez los socialistas insistían en que, gracias al acuerdo suscrito con Ciudadanos, su líder contaba con más apoyos parlamentarios que el del PP, Mariano Rajoy (130 escaños de PSOE y C’s frente a los 119 del PP).

Sin embargo, en caso de que el PSOE no llegara a ningún acuerdo con Unidos Podemos tras el 26 de junio, ni reeditara su pacto con Ciudadanos, esta afirmación de Sevilla abriría la puerta a una posible abstención del PSOE ante un Gobierno del PP para evitar una hipotética tercera llamada a las urnas.

Por este motivo, ha sido aplaudido por dirigentes del PP como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien calificó la afirmación del exministro de «atinada» y «sensata».

Críticas «podemitas»

Los tuits de Sevilla abrieron un debate en redes sociales, lo quellevó al exministro a pronunciarse de nuevo: «Tomemos nota: los trolls podemitas no confían en que su candidato obtenga mayoría de apoyos parlamentarios. Y quieren gobernar!». En otra de las entradas se pregunta «¿Cómo puede haber un debate democrático racional si hay gente dispuesta a mentir sobre lo que dice un tuit fácil de entender?».

Ninguno de sus argumentos ha servido para que cesaran las críticas, que han seguido a lo largo de todo el día.