El votante histórico y el indeciso, claves para salvar a Sánchez

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha conjurado ante medio millar de militantes y simpatizantes reunidos en la madrileña Plaza de Pedro Zerolo y ha arrancado la campaña convencido de que puede ganar las próximas elecciones. «El futuro no está escrito, depende de nuestro trabajo y se escribe con el poder de los votos», ha dicho. «Me dijeron dos veces que no, a la tercera va la vencida», ha resaltado.

El líder del PSOE ha recalcado que si hoy no hay otro gobierno en La Moncloa es porque el presidente en funciones, Mariano Rajoy, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, dijeron que no. Y, en particular, se ha dirigido al partido morado, que ahora habla de lo que quiere hacer, recalcando que muchas de esas propuestas podrían estar ya en marcha si le hubieran apoyado.

El PSOE inicia su carrera hacia las urnas con la sombra de los resultados del último barómetro del CIS, publicados ayer. De cumplirse las encuestas, a partir del próximo 27 de junio, los socialistas pasarían a ser la tercera fuerza política de España con alrededor de 78-80 escaños; una cifra por debajo de los 90 escaños que Pedro Sánchez obtuvo el pasado 20-D, y que supuso el peor resultado de la historia del PSOE.

César Luena valoró ayer este hipotético escenario y alegó, en un acto en La Rioja, que « el CIS, de manera sistemática infravalora siempre los resultados del PSOE». Una advertencia a la que se sumó Susana Díaz que avisó ayer a quienes «se emborrachan de encuestas» que el PSOE «es mucho PSOE». La líder andaluza aconsejó «tener cuidado con vender la piel de los socialistas antes de cazarla». También se mostró consciente de que existe un tercio de la población que aún no ha decidido su voto, por lo que, bajo su punto de vista, el PSOE tiene que afrontar esta campaña «con la intensidad de saber que hay gente que está esperando soluciones».

Es precisamente esa evocación a lo histórico el principal motivo por el que los socialistas buscan movilizar a su votante tradicional que, sumado al 32,4 por ciento de indecisos, podría evitar la debacle socialista, y de su secretario general.

La apertura de campaña en Madrid escenifica el papel que juega esta ciudad en las aspiraciones socialistas donde, según el CIS, volverían a ser cuarta fuerza política dejando sin escaño a Eduardo Madina, que ocupa el puesto número siete en la papeleta para el Congreso de los Diputados.

El secretario general del PSOE rememoró a Pedro Zerolo en su intervención y emplazó a sus militantes a «ser reivindicativos». «El cambio somos nosotros», aseguró mientras lanzaba un mensaje a Podemos, a quien recordó que «el cambio no tiene intermediario» al tiempo que reivindicó la identidad socialdemócrata de su partido; «la socialdemocracia no se vende por catálogo», apuntó Sánchez. «Nunca como ahora España ha necesitado el voto de los socialistas», concluyó en un discurso en el que combinó propuestas y reproches a Podemos y Partido Popular, evidenciando así que el escenario tras la noche electoral será difícil de dibujar.