Debate a 4Sánchez apelará al voto femenino por el cambio

A Pedro Sánchez no le quedan muchas más «balas» que la de esta noche para intentar revertir la tendencia al «sorpasso» de Unidos Podemos al PSOE que reflejan todas las encuestas.

Ayer estuvo en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (Madrid) en familia pero en contacto permanente con sus asesores: Óscar López, Antonio Hernando y César Luena, entre otros, para preparar el debate «a cuatro» en el que, a diferencia de lo que ocurrió en la campaña del 20-D, su adversario ya no será solo Mariano Rajoy, también Pablo Iglesias. El líder de Podemos lleva semanas dando por hecho que el PSOE será tercero y, como tal, el «árbitro» que decidirá si Rajoy sigue en La Moncloa o apoya la investidura del candidato de la formación morada.

Tanto a Rajoy como a Iglesias les interesa esa polarización, pero Sánchez va a intentar por todos los medios esta noche zafarse de ella porque sería su tumba política.

El secretario general del PSOE está convencido de que las encuestas no son fiables en la medida en que uno de cada tres entrevistados tiene decidido votar pero no dice a quién. Muchos, dicen en Ferraz, son votantes suyos «desanimados» por lo ocurrido en estos tres meses, en los que Sánchez creyó tener al alcance de la mano su investidura con la abstención de Podemos. Ni él ni el resto de su equipo acaban de explicarse muy bien por qué el electorado está castigando más en las encuestas a quienes lo intentaron -PSOE y Ciudadanos- que a quienes no.

Esta noche, Pedro Sánchez se la juega y va a intentar captar, sobre todo, voto femenino hoy en la abstención y que valora muy negativamente tanto la figura de Iglesias como la de Mariano Rajoy.