Iglesias intenta un último esfuerzo movilizador frente a Rajoy: «Que ningún voto del cambio se quede en casa»

Pablo Iglesias ha reaparecido esta tarde en la campaña a medio gas que está celebrando estas semanas. Y lo ha hecho en el País Vasco, en Vitoria, una Comunidad autónoma en la que las encuestas sitúan a su formación como primera fuerza política.

Podemos ya ganó las elecciones en votos en el País Vasco el 20-D en votos, aunque se quedó un escaño por detrás del PNV. La encuesta poselectoral del CIS vaticina que pasarán con cinco a siete escaños en la región y dejando a los socialistas vascos con solo un diputado. «No solamente vamos a ganar las elecciones en Euskadi por más diferncia todavía, sino en el conjunto del Estado», ha asegurado Iglesias.

El líder de Podemos ha vuelto a emplear palabras como «patria» o «instituciones» como elementos troncales de su proyecto y como respuesta a las declaraciones de Rajoy que se refería a Unidos Podemos como «radicales».

Iglesias ha contraatacado a Rajoy advirtiendo que «los que tienen un programa que es «lo que diga Berlín» son los responsables del radicalismo». «A los antisistema de las cuentas en Suiza les decimos que no estamos aquí para pedir la luna sino para que se cumpla la ley». Ese alegato en favor de la ley y las instituciones lo ha pretendido hacer compatible con la defensa de la plurinacionalidad. «Este estado tiene varias naciones que tienen derecho a decidir».

El líder de Podemos ha insistido en «el pacto intergeneracional» para ampliar su base de votantes y ha llamado a la movilización para que «ningún voto del cambio se quede en casa», y ha insistido en que en el PP están nerviosos porque «les podemos ganar».