El sudoku autonómico: 79 impuestos propios y solo un 2,2% de la recaudación

A veces lo que se ingresa por un tributo regional no cubre los costes de su implantación

MADRID Actualizado: Guardar
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En Asturias, los hipermercados tienen que pagar un impuesto especial por lo que contaminan sus clientes cuando van a hacer la compra a sus tiendas. En Cataluña, desde el 1 de mayo tomarse un refresco puede ser hasta un 20% más caro que hacerlo en cualquier otro sitio del país, ya que entrará en vigor el nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas. Estos son solo dos ejemplos del sudoku que es la fiscalidad de las Comunidades Autónomas en España, sencillamente lo más opuesto posible a una auténtica unidad de mercado, en este caso en el ámbito fiscal, un teórico terreno de juego igual tanto para ciudadanos como para empresas, vivan en la Comunidad Autónoma que vivan.

La cuestión es que las Comunidades autónomas se han encargado de jugar sus propias cartas para atraer inversiones y fijar población al terrotorio y, desde luego, los impuestos son un arma imprescindible para lograrlo.

Madrid es un buen ejemplo ya que hay ciudadanos de fuera de esta región que han trasladado su domicilio fiscal aquí para poder tener los muchos beneficios fiscales que ofrece una región que, pese a estos incentivos, cada año recauda más.

Un reciente informe de Consejo General de Economistas REAF-REGAF destaca que «las Comunidades autónomas han utilizado mucho su capacidad normativa, estableciendo multitud de deducciones o bonificaciones correspondientes a los 79 impuestos propios que han aprobado, de los cuales algunos están en suspenso, bonificados al 100% o declarados inconstucionales».

La recaudación por estos impuestos propios representaba solo el 2,2% de la recaudación tributaria de las Comunidaes Autónomas en 2015 y, en realidad, los objetos imponibles no son tantos, acaparando el 77,3% de la recaudación por estos impuestos propios todos los relacionados con el agua. Se ha dado la paradoja además que, en algunos casos, la recaudación del impuesto no llega a cubrir los costes derivados de su establecimiento y recaudación.

En el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), uno de los más importantes en materia de recaudación junto con el de Sociedades, las Comunidades participan en el 50%, o lo que es lo mismo, tienen capacidad normativa en la mitad. En conjunto, las regiones ingresaron 31.831 millones de euros en 2014. La mencionada cantidad es el 35,7% de los ingresos totales de las regiones, a las que se les suma el 31,62%procedente del IVA y el 16,04% proveniente de los impuestos especiales.

Andalucía, Cantabria, Cataluña, La Rioja y Comunidad Valenciana tienen los tipos mínimos más altos

Es precisamente en este impuesto donde se dan las mayores diferencias entre Comunidades, ya que estas han puesto tipos marginales diferentes en función de los distintos tramos de renta de los contribuyentes. Madrid y Castilla y León, por ejemplo, son las regiones que tienen los tipos máximos más bajos, en el 21 y el 21,5% respectivamente, frente al más alto, del 25,5% que se paga en Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, La Rioja y Comunidad Valenciana. En cuanto a los tipos mínimos de la parte autonómica del IRPFse sitúan en Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla yLeón, Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid y La Rioja, todas en el 9,5%. A todos los tipos marginales mencionados hay que sumarles el tipo que aplica el Estado al otro 50% de la base de este impuesto sobre la renta.

Nivel de rentas

Galicia es una de las comunidades en las que la tributación de las rentas bajas y medias, hasta 20.200 de euros de ingresos anuales, es más baja ya que en el primer tramo, hasta 12.450 euros, se aplica el mencionado tipo del 9,5% y, posteriomente, en dos tramos el 11,75 y el 15,5%.

En cuanto a las bonificaciones en este impuesto, que también son decididas por las Comunidades, son muy variadas, ya que van en función de un amplio abanico de circunstancias personales y generalmente condicionadas a que la renta sea baja. Entre los ejemplos más destacables están las deducciones de 600 euros por el nacimiento o adopción del primer hijo que se tiene derecho en Madrid. En Galicia la cantidad es inferior, solo 300 euros, pero se aplica en los tres primeros años del menor.

El Impuesto sobre el Patrimonio también es objeto recurrente de polémica política sobre todo en los periodos electorales. Una de las claves de este impuesto es el mínimo exento, que es el que fijan las Comunidades. En la mayoría de las Comunidades el mínimo exento es de 700.000 euros, aunque hay algunas que lo han bajado hasta 400.000 como es el caso de Aragón.

En cuanto a las herencias, sujetas al denominado impuesto sobre sucesiones, el panorama es muy dispar. Los expertos del REAF ponen el ejemplo de un soltero de 30 años que herede de su padre bienes por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda habitual del fallecido, pagaría hasta 164.000 euros en Andalucía y apenas 134 en Canarias, lo que arroja una diferencia de 1.200 veces más en el primer caso y el segundo debido a las reducciones y bonificaciones que se aplican. En Galicia, desde el 1 de enero de 2016 las herencias inferiores a 400.000 euros por heredero (excluyendo la cuantía de la vivienda habitual) están exentas de tributar.

El impuesto sobre donaciones es otro claro ejemplo de la enorme disparidad regional existente. Volviendo al ejemplo anterior el mismo joven de 30 años que recibe una donación de su progenitor/a de 800.000 euros en metálico pagaría a Hacienda 208.000 euros en Andalucía (el tipo impositivo es del 36,5%) y sólo 200 en Canarias (tipo del 34% pero 200.000 euros bonificados). Madrid, con 2.000 euros, Castilla-La Mancha, con 30.000 y Galicia con 56.000 serían los territorios en los que el mencionado joven pagaría menos impuestos.

Galicia, el equilibrio de la tercera vía

Entre los extremos de máxima presión tributaria de Andalucía y las numerosas exenciones de Madrid, hay comunidades que se sitúan en un punto intermedio. Una tercera vía tributaria que logra cuadrar el círculo: cumplir el déficit con una carga fiscal moderada. Un ejemplo es Galicia. La comunidad cerró 2016 con un déficit del 0,54% (el límite era el 0,7%). A pesar de ello, es una de las autonomías con los tramos de tributación de IRPF menos elevados para rentas bajas y medias. Además, Galicia cuentacon las mayores bonificaciones de toda España para el fomento de la natalidad, que se aplican en los tres primeros años de vida del niño. También mantiene los mismos tipos en Patrimonio desde 2013. El mínimo exento es de 700.000 euros, en línea con otras autonomías. Es además una de las regiones con menor tributación en Sucesiones. La Xunta fijó un mínimo exento de 400.000 euros por heredero (sin incluir la vivienda habitual), lo que supone que el 99% de los gallegos ya no pagan impuestos al recibir una herencia por vía familiar directa.

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