Imagen del último Consejo de Política fiscal entre el ministro de Hacienda y los consejeros autonçómicos de Economía
Imagen del último Consejo de Política fiscal entre el ministro de Hacienda y los consejeros autonçómicos de Economía - JOSÉ RAMÓN LADRA

El Estado, las comunidades y los ayuntamientos incumplieron los límites de gasto público en 2015

Ninguna administración controló su desembolso como marca la Ley de Estabilidad el año pasado, aunque los municipios casi lo consiguen

MADRID Actualizado: Guardar
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El Ministerio de Hacienda ha otorgado una mayor importancia en las últimas semanas a la regla de gasto, el tope que limita el aumento del desembolso de las administraciones a una tasa referenciada al crecimiento de la economía. Desde el departamento dirigido por Cristóbal Montoro se han dirigido a doce comunidades autónomas para que recorten su gasto con tal de adecuarse a este límite, que para 2016 prevé un aumento máximo del 1,8%. Sin embargo, en 2015 ninguna Administración cumplió: ni Estado, ni regiones, ni ayuntamientos. Todas gastaron por encima de lo marcado.

Así lo admite el propio Ministerio de Hacienda en su informe de supervisión del cumplimiento de los objetivos de estabilidad de 2015. La regla de gasto del año pasado limitaba el aumento del desembolso al 1,3%.

El Estado elevó su gasto un 5,5%, las comunidades autónomas lo hicieron un 4,4% y los ayuntamientos un 1,7%. Por tanto, la Administración Central fue la que más se desvió del objetivo.

En el caso del Estado, el Ministerio de Hacienda explica que sobrepasó el límiteo por la reforma fiscal y las transferencias por las prestaciones de paro, ya que en 2015 se abonaron 3.648 millones de euros en este capítulo. «El incumplimiento de la regla de gasto por la Administración Central se ha producido por el impacto que ha tenido la reforma tributaria en la valoración del gasto computable, ya que ha dado lugar a una reducción permanente de los ingresos tributarios de 5.225 millones de euros», desgrana.

Entre las comunidades autónomas, el incumplimiento fue casi generalizado con la excepción de Canarias, Galicia y País Vasco. Estas tres autonomías, además, fueron las únicas que lograron bajar su déficit público del 0,7% del PIB, el objetivo marcado por el Estado.

Hacienda achaca que casi todas las comunidades superasen su límite a operaciones no recurrentes de 2015. En este capítulo se incluyen las inversiones realizadas en ejercicios anteriores a 2015 a través de contratos de Asociaciones Público Privadas y que han supuesto un mayor gasto de 1.777 millones de euros –por inversiones en carreteras en Cataluña y del tranvía de Zaragoza–. Eurostat decidió que estpartida computara en 2015, año en el que afloró. Otro factor decisivo ha sido el tratamiento de la hepatitis C que ha sumado 1.094 millones de euros más de gasto. Descontados estas operaciones, el aumento del gasto computable para 2015 hubiera sido de un 2,2%, lo que arroja también un incumplimiento de nueve décimas.

Los ayuntamientos apenas superaron la regla en cuatro décimas y fueron los que cosecharon un mejor registro. Al mismo tiempo, fueron la única administración con superávit (del 0,44% del PIB). En conjunto, al equilibrar gastos e ingresos, España incumplió el año pasado su objetivo de déficit público -del 4,2% del PIB- con un 5%. Los que presentaron un boquete en las cuentas públicas mayor a lo previsto fueron las comunidades (1,66% frente al 0,7% de tope) y Seguridad Social (1,2%, el doble de su objetivo). Por contra el Estado cerró con el mayor desequilibrio (2,5%), aunque por debajo de su límite (2,9%).

La regla de gasto es uno de los tres indicadores que vigilan las cuentas públicas de las administraciones, junto a la deuda y al déficit. En tiempos de crisis sirve de tope al gasto –aunque los objetivos de déficit suelen ser más estrictos– mientras que en época de bonanza es donde se acentúa su función de corsé presupuestario, ya que controla el desembolso para suavizar crisis futuras. Los ayuntamientos han entrado en superávit desde 2013 por su cumplimiento.

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