CÁDIZ CF

En el último duelo entre Cádiz y Linares saltaron chispas y acabó con siete expulsados

Los incidentes en el túnel de vestuarios comenzaron con el agarrón de Rafa Payán a Mantecón y terminaron con hasta diez partidos de sanción

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Álvaro marcó el gol cadista ante el Linares.
Álvaro marcó el gol cadista ante el Linares.

El Cádiz CF ha vivido innumerables episodios en Segunda, y de lo más variopintos. Ahí está el último choque frente al San Roque de Lepe que será impugnado por supuesta alineación indebida de Carlos Calvo debido a un error del programa informático al introducir el colegiado López Puerta su nombre en el acta arbitral.

Pero el último enfrentamiento ante el Linares dejó huella y es que la resaca incluso tuvo repercusión nacional. El partido entre ambos equipos resultó bronco, áspero, típico de Segunda B aunque siempre dentro de los términos de la legalidad y el respeto.

Sin embargo, la chispa saltó al final del encuentro en Linarejos (el 1 de noviembre del año pasado) y provocó un incendio que por fortuna no pasó a mayores y no se vio sobre el terreno de juego sino que se protagonizó en los vestuarios.

Para sorpresa de los presentes, el trencilla, aquel día Ortiz Arias, expulsaba a hasta siete miembros del Linares Deportivo. Todo un récord, para indignación de los jienenses.

Siete expulsados. En realidad, siete sancionados. Porque ninguno vio la roja sobre el terreno de juego y sólo tres miembros del banquillo eran amonestados durante la disputa del encuentro: Antonio Agustín (médico), Nomberto Berzosa (fisioterapeuta) y Salvador Blázquez (fisioterapeuta).

Los incidentes se produjeron cuando el árbitro señaló el final del encuentro. Camino de los vestuarios, el delantero Rafa Payán agarró a Mantecón del cuello, tal y como recogía Ortiz Arias en su informe, "teniendo que ser separados por agentes de la Policía Nacional", al tiempo que le espetó: "No te mereces esa camiseta que vistes".

Con respecto al entrenador local Torres aseguraba: "Se dirigió a mí asegurando: Es que esto no puede ser", golpeando "de un puñetazo de manera violenta y con actitud intimidatoria una máquina de refrescos" próxima al lugar en el que se encontraban.

El surrealismo llegó de la mano de Chico y Joselu, dos jugadores del Linares Deportivo que ni siquiera entraron en la convocatoria y acudieron a ver el partido desde la grada. “Sois unos hijos de la gran puta”, frase que repitió Chico “hasta en seis ocasiones de manera desafiante”. 

Asimismo, el colegiado aseguró que Joselu insultó en el túnel de vestuarios a su árbitro asistente: “Es una vergüenza, habéis venido a reíros a nuestra puta cara, sois una vergüenza y deja de reírte”.

Momentos de tensión que tuvieron su castigo. Chico fue sancionado con cuatro partidos, mientras que Payán, Joselu y el técnico Torres con dos. El resto de empleados estuvo mes y medio inhabilitados y el Linares tuvo que pagar 1.500 euros de multa.

Un 'calentón' pese a la buena relación existente entre ambas entidades, que ya echaron pelillos a la mar y este sábado confían en disfrutar juntas del fútbol en el Ramón de Carranza.

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