La Fiscalía alerta de un repunte en los positivos por alcoholemia

La Fiscalía de Cádiz alertó ayer de un repunte en el número de delitos vinculados al consumo de alcohol al volante en la provincia, en lo que parece ser una extensión de lo que está ocurriendo en el resto de España.

No en vano, conducir en estado ebrio es en estos momentos la primera causa de siniestralidad, y conlleva un 65% de las condenas (53.793) en todo el país. Y seguirá aumentando. La previsión que maneja el Ministerio Fiscal para todo este 2014 es que las sentencias condenatorias de este tipo se incrementarán en más de un 15%.

No obstante, además de los delitos por alcohol al volante, también están aumentando los delitos de imprudencias y de conducción sin permiso, así como los delitos de conducción temeraria y por negativa a someterse a las pruebas de detección alcohólica.

Según explicaron ayer en rueda de prensa el Fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial a nivel nacional, Bartolomé Vargas, y el fiscal delegado en la provincia de Cádiz, Juan Bosco Bonet, ese incremento responde a una mayor colaboración entre el Ministerio Fiscal y el resto de instituciones y colectivos relacionados con el tráfico, como los juzgados o las policiales judiciales, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y policías locales, con los que ayer mantuvieron una reunión de coordinación y puesta en común de estadísticas.

También el aumento del número de controles y vigilancia en las carreteras (radares, controles, cámaras, etcétera), han facilitado que, durante todo 2013, más de la mitad de los 2.760 procedimientos de acusación abiertos por la Fiscalía gaditana estuvieron relacionados con conductores ebrios.

Se da la circunstancia de que la mayor parte de los delitos por alcoholemia, casi un 90% del total, se resuelven por la vía rápida, llegando el infractor y el juzgado de guardia a un acuerdo por conformidad, para que el primero entregue su permiso de conducir y empiece a descontársele de manera inmediata el tiempo de retirada de la licencia.

En 2013 se celebraron en Cádiz un total de 1.065 juicios rápidos por alcoholemia, que tuvieron como consecuencia 1.455 sentencias condenatorias para otros tantos conductores; de ellos 1.228 se acogieron a los referidos acuerdos.

Otro aspecto especialmente negativo en la incidencia delictiva en la provincia fue el referente a la conducción sin permiso. En todo el pasado año se produjeron casi un millar de casos, que acabaron con 1.241 sentencias condenatorias infractores.

Por conducción temeraria se contabilizaron 75 sentencias, mientras que por exceso de velocidad, en Cádiz sólo se celebraron el año pasado 9 juicios rápidos, que acabaron con 8 condenados por tal motivo.

Según reseñaron ayer los responsables de la Fiscalía, la provincia de Cádiz se sitúa en la media nacional en cuanto a cifras de delitos al volante, y no tiene una casuística singular.

Eso sí, ambos destacaron la colaboración de los Ayuntamientos gaditanos en materia de seguridad vial, así como el modelo de educación vial que se lleva a cabo en los centros educativos y el esfuerzo que las policías locales hacen al respecto; a su juicio «se está trabajando muy bien una de las principales herramientas para luchar contra los delitos del tráfico y prevenirlos, como es la formación en seguridad vial».

Para el fiscal de Sala, Bartolomé Vargas, «la aplicación de la ley es una de las principales medidas de educación», como también lo son las sanciones.

Un dato muy llamativo es que la mitad de las diligencias que se tramitan en los juzgados de instrucción en estos momentos en toda España, son delitos contra la seguridad vial; y que casi un 40% de las sentencias judiciales de cualquier ámbito que se producen en todo el país, lo son por delitos de tráfico.

A nivel nacional, durante 2013 se produjeron 83.796 sentencias condenatorias por delitos relacionados con la circulación, que conllevaron 1.795 penas de prisión y acarrearon 36.335 multas a conductores. Además, se registraron 196 condenas por homicidio imprudente al volante.