Cartas

Hacia un modelo darwinista

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¿Para qué nos ha servido el progreso, la cultura, la educación, los avances científicos y las religiones, si todo parece indicar que caminamos hacia el punto de partida? ¿Para qué nos ha servido tanto esfuerzo físico e intelectual empleado en construir un mundo más amable, un mundo mínimamente justo, decente y digno, si ahora estamos volviendo al sálvese quien pueda, a la ley del más fuerte o astuto? Parece que volvemos a regirnos de nuevo por impulsos primarios. Por lo visto, ha dejado de interesarnos la razón, la reflexión y la filosofía como herramientas que nos ayuden a convivir, a buscar la verdad y la trascendencia. Valores como la justicia, la solidaridad, la equidad, la compasión, el respeto y la honestidad han sido sustituidos por el egoísmo, la avaricia, la corrupción, la mentira, e'l cinismo y la mediocridad. Dicen que caminamos hacia un modelo social darwinista, es decir pocos ganadores y muchos perdedores.