El consumo de drogas repunta tras un lustro de crisis y paro en la provincia

Ante una dificultad, cualquier persona de cualquier barrio de cualquier ciudad tiene dos opciones. O bien se enfrenta a ella o bien intenta escapar. No hay más. Tras un lustro escuchando oír de crisis económica, de primas de riesgo vertiginosas, deudas y una escalada sin fin de los datos del paro, resulta bastante difícil poder llevar tanto peso sobre los hombros sin desfallecer. «En los últimos años hemos notado como un buena parte de las personas que acuden a nosotros en busca de ayuda han soportado un gran nivel de estrés que han intentado sobrellevar con sustancias como el alcohol», explica el presidente y coordinador de la Asociación y Rehabilitación de Alcoholismo (ARCA), Alberto Matilla. «No sólo vienen a nosotros personas desempleadas, también las que están trabajando y soportan más horas y en peores condiciones».

Según la memoria de 2012 sobre las admisiones a tratamiento del servicio de drogodependencia de la Diputación de Cádiz, el consumo de sustancias adictivas, tanto legales como ilegales ha ido 'in crescendo' en los últimos cinco años. A un ritmo lento, paulatino, que no deja de ser preocupante desde una perspectiva global. De las 2.927 personas que demandaron un tratamiento en los centros, tanto público como privados, en 2003 se ha pasado a 3.631 en 2012, casi un millar de personas más en nueve años. El ritmo ha sido constante salvo en 2008 que hubo un gran salto. «No sabemos si fue la primera estocada de la crisis o que la gente comenzó a perder el miedo a pedir ayuda pero hubo un gran incremento en ese año», recuerda Matilla.

Entre las sustancias más consumidas, el alcohol, en estos dos últimos años, ha llegado a equiparse e incluso superar levemente a la cocaína. De las 3.631 personas que solicitaron un tratamiento, 937 (25,8%) fue por alcoholismo y 886 (23,9%) por cocaína. Aún así, el consumo de 'farlopa', como se le conoce popularmente a la sustancia blanca, ha logrado mantenerse. ¿Por qué la cocaína sigue siendo la más consumida? Luis Bononato, coordinador de Proyecto Hombre responde rápido: «No hay ninguna razón, eso va por modas. Lo mismo que en los años 80 era la heroína lo que se consumía y más tarde prácticamente desapareció, desde los años 90 la reina es la cocaína». En el trasfondo se trata «de estar a la moda, dentro del ambiente y si estás fuera la presión social que se soporta es brutal», añade.Bononato habla desde la experiencia. Más de 20 años lleva trabajando Proyecto Hombre en la provincia. Los datos que manejan desde la asociación corroboran la tendencia del aumento del alcohol aunque los usuarios que llegan a ellos (hasta un 38%) se han dejado embrujar por la cocaína.

Fácil acceso

Es una cifra que ha aumentado respecto a años anteriores pero que se ha «estabilizado» más o menos. Pero Bononato pone el foco de atención en el consumo de alcohol. «Si en 2006, un 6% de las personas que venían a nosotros lo hacían por alcoholismo en 2012 fue el 19%. En 2011 llegó hasta el 25%». La razón es clara. «Se trata de una sustancia en principio muy normalizado con un acceso muy fácil». Además presenta una gran variedad que se ajusta hasta los bolsillos más rotos. Desde Arca, Alberto Matilla matiza los datos. «No podemos saber si ha habido un aumento del consumo porque los datos, aunque sean reales, no corresponden a la realidad porque todavía hay mucha masa que no se ve». Lo que sí han constatado es que «ahora se bebe de forma más patológica y dañina que antes». A su juicio, la sociedad ha cambiado el patrón de consumo. «Antes la copa acompañaba la conversación, ahora ves gente bebiendo sola intentando anestesiarse. Buscan conseguir el efecto de forma rápida», perder la noción del tiempo para dejar atrás el estrés, la desesperanza y los problemas. «Pero luego vuelven de forma más violenta por lo cual regresan al alcohol».

Sobre el perfil de las personas que acuden en busca de ayuda, siguen abundando los hombres, «aunque cada vez vienen más mujeres», explica Matilla. En cuanto a su situación laboral, la mayoría de las personas (un 70%) que consumían cocaína estaba en situación de desempleo. En el caso del alcohol, el número de parados y el de trabajadores es muy similar (32%). En cuanto a las localidades, Jerez (446), Algeciras (395) y Cádiz (370) son las ciudades que más usuarios aportaron al programa.

La memoria del servicio de la Diputación Provincial apunta también hacia un incremento del consumo del cannabis, sobre todo en la localidad de San Fernando. Entre las razones apuntan a una mayor presión sancionadora que obliga a muchos usuarios a iniciar el tratamiento.

Preocupación por los jóvenes

Tanto desde Arca como de Proyecto Hombre han mostrado su preocupación por el aumento de jóvenes que están llegando en busca de ayuda. «Ahora estamos recibiendo a aquellos que comenzaron con el botellón y no han sabido controlarlo», explica Alberto Matilla. Por su parte, Luis Bononato reconoce que la actual sociedad consumista y la permisividad de algunos padres «que ven el consumo de algunas drogas como el hachís o la marihuana, como algo normal» está provocando que crezcan las estadísticas de manera alarmante. De los 38 jóvenes que atendieron en 2010 dentro de su programa de Reforma Juvenil, han pasado a 108 en 2012, más del doble, a los que hay que sumar a los jóvenes que atienden sin venir por orden del juez.

Desde las distintas asociaciones hacen un llamamiento para que no se vea el consumo de estupefaciente como algo normalizado y se aumenten los esfuerzos en la prevención.