CÁDIZ

El astillero de Cádiz recobra el pulso

Seis barcos para reparación llenan sus diques garantizando carga de trabajo para los próximos meses

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El astillero de Cádiz sale a flote gracias al negocio de las reparaciones. La carga de trabajo está asegurada en esta factoría a medio plazo, aunque se persigue ahora un contrato de larga duración con armadores y compañías de crucero que garanticen la actividad de una forma más prolongada en el tiempo. Navantia ha logrado en los últimos cuatro años abrirse camino en la reparación y transformación de grandes cruceros. No ha sido fácil si tenemos en cuenta la competencia de los astilleros franceses y nórdicos en este campo. De momento, la empresa española ha conseguido que Pullmantur, Iberocruceros Royal Caribbean y Crystal Cruisse, entre otras, se fijen en la factoría gaditana para mantener parte de su flota. La dirección comercial de Navantia trata ahora de que las varadas de estos buques en Cádiz no sean ocasionales o puntuales, como hasta ahora, sino permanentes. Es decir, el objetivo que se persigue no es otro que las compañías de cruceros tengan a Navantia en la Bahía como su taller de referencia en Europa y formalicen así un contrato definitivo de reparación de flota. Poco a poco se van estrechando lazos para alcanzar este acuerdo pero, de momento, las empresas de cruceros traen a cuenta gotas sus barcos al astillero dos veces al año: en primavera y otoño, que es la temporada baja de los cruceros y sus armadores aprovechan para pasar las inspecciones.

La planta de Cádiz está mejor posicionada que las factorías de Puerto Real y San Fernando, donde se desarrolla la construcción naval. El negocio de la reparación no falla ni falta, aunque se trabaja para su consolidación. Sin embargo, el sector de la construcción de barcos militares, especialidad de las dos plantas de la Bahía, se encuentra en su peor momento debido, por un lado, a los recortes en los presupuestos de defensa y, por otro, a la dura competencia que ejercen los astilleros asiáticos, con una mano de obra mucho más barata que la del resto de Europa.

En cuanto a la actividad en el sector de las reparaciones, el astillero de la capital rebosa salud. La planta gaditana se encuentra ahora con una importante carga de trabajo al contar en sus diques con seis barcos. Tras reparar el pasado abril el famoso crucero de los millonarios, ‘The World’, y realizar una profunda reforma al ‘Brillance of the Seas’, de la compañía Royal Caribbean, la factoría se centra ahora en la mejora del ferry de Acciona ‘José María Entrecanales’ y en la reparación del petrolero ‘Atlantic Wind’.

Espectáculo industrial

La plantilla del astillero gaditano también se afana en la inspección y mantenimiento del mercante ‘Isabella’, asi como en la puesta a punto del portacontenedores alemán ‘Saftmarine Taraba’ y del gasero noruego ‘Methane Princess’, de la naviera Golar LNG. Un sexto buque, el portacontenedores ‘E. R. Bremen’, también se encuentra en el muelle del astillero para una próxima reparación. La ocupación de todos los diques supone un espectáculo industrial, perceptible desde cualquier punto de la Bahía.

Tanto los gestores del astillero como el propio presidente del comité de empresa, Juan Bedeli, de UGT, coinciden en destacar que el sector de la reparación, al igual que el de la construcción naval, mueve a su alrededor una importante industria auxiliar que, en el caso de los cruceros, repercute en la actividad económica de la capital. La entrada en el dique gaditano de un crucero para su reparación y transformación supone para Navantia un contrato millonario que, al mismo tiempo, beneficia a hosteleros y taxistas de la capital.

Uno de los ejemplos más significativos de esta reflexión fue la reparación en mayo de 2012 en Cádiz del crucero ‘Grandeur of the Seas’, de la compañía Royal Caribbean. Durante algo más de un mes unas 2.000 personas estuvieron trabajando a tres turnos en la transformación integral del barco. Al margen de la puesta a punto que se le hizo al casco, la compañía se gastó unos 48 millones de dólares en cambiar toda la decoración interior, así como los camarotes. Esta legión de obreros disfrutó de los servicios de hostelería de Cádiz durante mes y medio. Todo apunta a que más de 25.000 obreros pasarán por el astillero de Cádiz desde el último trimestre de 2012 hasta finales de este año.

La compañía tiene cerrado varios acuerdos para la reparación de grandes cruceros a partir de septiembre. De esta forma, el primero en hacer su entrada será el ‘Disney Magic’, de la compañía Disney Crusise Line, que se someterá a un profundo lavado de cara. Los gestores de esta línea de cruceros no descartan en un futuro firmar con Navantia la mejora de sus otros tres barcos. En octubre atracará el ‘Criystal Serenity’, de la compañía Crystal Cruise y en noviembre está prevista la varada del ‘Grand Mistral’, de Iberocruceros. Además, el astillero trabaja en la fabricación de dos estructuras, denominadas cola de pato, para instalar en la proa de dos cruceros y mejorar con ello la estabilidad del buque.

Aumentando cartera

Navantia en Cádiz no ha abandonado su línea de negocio, basada en la reparación y mantenimiento de mercantes, gaseros y quimiqueros; sin embargo, en 2009 diversificó su actividad orientando también la producción hacia la reparación y mantenimiento de cruceros. De esta forma, la empresa probó suerte en 2009 con la mejora del ‘Grand Voyager’, de Iberocruceros, y un año más tarde, la misma compañía trajo a Cádiz al ‘Gran Mistral’. Poco a poco, Navantia ha ido engordando su cartera de clientes hasta reparar en los últimos cinco años catorce cruceros de seis compañías diferentes. En 2011 fue la Royal Caribbean la que se fijó en el astillero gaditano y en 2012 hizo lo propio Pullmantur. A partir de entonces y con la satisfacción de las compañías se firmaron acuerdos con Azamara, Crystal Cruises y se está en negociaciones con el gigante MSC.

Por la factoría gaditana han pasado auténticas ciudades flotantes como el ‘Splendour of the Seas’ y el ‘Serenade of the Seas’, de Royal Caribbean, o el ‘Grand Celebration’, de Iberocruceros.

El astillero de Cádiz ha recobrado el pulso y se ha posicionado en la reparación de barcos turísticos sin perder de vista su otra línea de negocio. La industria del turismo de cruceros seguirá creciendo en número de pasajeros y las compañías, por tanto, seguirán invirtiendo, aunque no con la misma intensidad. Las grandes empresas turísticas tratarán a partir de ahora de mantener y mejorar su flota antes de embarcarse en la construcción de nuevos cruceros. Por tanto, es clave el posicionamiento de la Bahía. Los expertos reconocen que España está bien colocada en la industria de cruceros, pero puede crecer más.