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Un medio se entromete en la batalla del '9'

Del Bosque sorprende con Cesc como falso delantero centro y alimenta el debate sobre quién debe liderar el ataque español

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Ni Torres, ni Negredo, ni Llorente. El '9' de España era el '10', Cesc Fábregas, un tapado, el arma secreta de Vicente del Bosque, quien sorprendió con el barcelonista como falso delantero centro cuando todo el mundo apostaba por el punta del Chelsea como referencia ofensiva de 'La Roja' en su partido inaugural de la Eurocopa. Entró el madrileño en la segunda parte, precisamente por el catalán, cuyo gol significó el empate, y no quiso ponerse el traje de héroe, porque en estos momentos le viene grande. Falló dos ocasiones clarísimas y se equivocó casi en todo, hasta en los pases más sencillos, una actuación que obligará al seleccionador a revisar su lista de prioridades y a examinar otras posibilidades que tiene sentadas en el banquillo. Con la titularidad de Cesc, el debate sobre quién debe liderar el ataque español sube de temperatura y habrá que esperar hasta el jueves para ver si todo sigue igual o si hay cambios en la posición del '9'.

Del Bosque descartó la alineación de un delantero puro porque, según explicó al término del encuentro, quería privar de referencias a la defensa italiana y al mismo tiempo garantizar la superioridad en el centro del campo, donde nace y se moldea el fútbol de 'La Roja'. «Silva, Cesc e Iniesta llegan muy bien arriba desde la segunda línea», explicó el técnico salmantino, quien aplaudió el trabajo del centrocampista blaugrana. Le gustó lo que vio, y quizás repita. «La prueba no ha estado mal. Cesc ha hecho un buen trabajo», insistió el seleccionador, cuyas palabras añaden más pimienta sobre el debate del '9', más abierto que nunca. Ya nadie sabe a qué atenerse, qué lugar ocupa cada uno en la parrilla de salida, y tampoco está claro si la fórmula de ayer es simplemente un recurso o una fórmula con vocación de continuidad. O ambas cosas.

El caso es que la apuesta inicial fue Cesc, cuya movilidad buscaba deslocalizar a los defensas de la 'azzurra' y abrir huecos por los que se colarían Iniesta, Silva y Xavi, entre otros. El azulgrana caía a las bandas con asiduidad-movimiento que se intensificó en la segunda parte- y tampoco llevaba excesivo peligro a la portería defendida por Buffon. Gozó de una buena ocasión al filo del descanso, muy cerca del área pequeña, pero el central Bonucci intervino con rapidez y tapó su lanzamiento. Italia estaba haciendo un buen partido, quizás en una de sus versiones más notables de los últimos tiempos, y solo su falta de puntería en los metros finales y las buenas intervenciones de Casillas impidieron que los de Prandelli se fueran con ventaja a los vestuarios.

El panorama cambió en la reanudación y España ofreció una imagen mucho más acorde con su condición de campeona continental y mundial, dueña del balón y con una triangulación en la medular que los italianos sólo acompañaban con la mirada. Cesc volvió a dar señales de vida y en el minuto 50 disparó a la derecha de Buffon, ajustado al palo, pero el portero transalpino desvió el balón a córner. Anunció lo que vendría poco después, como respuesta al gol de Di Natale, sustituto de Balotelli, el tanto que premió el instinto de Del Bosque. «Es un centrocampista especial, porque no es un delantero centro al uso, pero tiene mucha llegada. Tiene sus cosas positivas y negativas y hemos tratado de utilizar aquello que creíamos que era lo mejor», insistió el seleccionador nacional.

Salida de Torres

Con las tablas en el marcador, Del Bosque retiró precisamente a Cesc y dio entrada a Fernando Torres a falta de un cuarto de hora para el final. Llorente y Negredo se quedaron en el banquillo, sin sumar minutos. Nada más pisar la hierba, muy criticada por los futbolistas españoles, el delantero del Chelsea se plantó solo ante Buffon. Un uno contra uno que resolvió de la peor manera posible ya que el portero le quitó limpiamente la pelota, sin rozarle. Y poco después dispuso de otra ocasión clarísima, cuando el partido agonizaba, pero su vaselina se fue alto ante la desesperada salida del guardameta de la Juve.

«Salí en la segunda parte e hice lo que me pidió Vicente (Del Bosque», manifestó Torres nada más terminar el encuentro, quien calificó el experimento de falso punta como positivo. «Ha funcionado bien quitando la primera mitad», subrayó. Incluso el propio Cesc reconoció que el primer sorprendido fue él, porque no se veía de titular, y menos como delantero. «No me lo esperaba», se sinceró el medio azulgrana, quien ha irrumpido con fuerza en el debate del '9'.