Opinion

El bluf del autobús

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Puede que sea un asunto menor pero resulta ilustrativo sobre la conveniencia y la fe en la desmemoria. Hace menos de un mes, una huelga de autobuses complicó el inicio del Carnaval. El Ayuntamiento, por voz de su number one, se descolgó con un mensaje chocante. Cádiz es una ciudad pequeña, dijo, las distancias son cortas y no pasa nada por caminar de un lado a otro. Es decir, el transporte público es prescindible, accesorio. Allá que fueron por miles, un par de días, niños y mayores, a tirar de pantorrilla. Cuando llega el gran fin de semana del Doce, ese mismo Ayuntamiento anuncia a bombo (ya sin caja) y platillo que ofrece esos autobuses gratis porque su apuesta por el transporte público es absoluta, porque es cómodo, barato, limpio... Que lo regala porque es un bien ¿En cúal de los dos momentos nos mintieron, nos vacilaron?