LA PESCADILLA QUE SE MUERDE LA COLA

Los inspectores de Hacienda que estos días han participado en unas jornadas en Cádiz aseguran que si hubiese cinco millones de parados reales España estallaría y han destacado lo difícil que es controlar la economía sumergida, que aumenta con la crisis. ¡Y más que va a aumentar !, si se tiene en cuenta que cada vez son más las familias que cuentan con menos recursos para afrontar las hipotecas, créditos y tarjetas que tan alegremente concedieron en época de bonanza los bancos y cajas. Ello supone que la lista del RAE (registro de morosos, para entendernos) aumente como la del paro y que cada vez existan más embargos de cuentas. Es la pescadilla que se muerde la cola. Si no puedes tener dinero en el banco porque te lo embargan (conozco casos de paralización incluso de ayudas sociales a personas en el umbral de pobreza por deudas con Hacienda de hace más de una década) es mejor no darte de alta en la Seguridad Social para no despertar las alarmas, que te paguen en negro y guardar el dinero en el canapé como si fuera el colchón de la abuela. ¿Cómo se soluciona este entuerto al que se ven abocadas cientos de familias?. Alguien en estos días que quedan de campaña podía dar una solución, porque les aseguro que hay familias desesperadas, sabiendo que es imposible afrontar esas deudas, que salir del RAE es peor que darse de baja del móvil y que si encuentran un trabajo apenas cobrarán un sueldo mínimo porque el resto, Hacienda te embarga.

Defensa legal

Los directores generales de la Diputación que en época de Cabaña como presidente de la Institución Provincial se crearon y blindaron un estatuto por encima del bien y del mal para cobrar sueldos desorbitados sin que nadie les tocase la cartera si cambiaba la tortilla política, como así ha ocurrido, preparan su defensa legal por si el enemigo, ahora en casa, el PP, se atreve a meterles mano en este asunto. Mientras tanto, más de uno anda cachondeándose del personal alardeando que, aunque han sido destituidos de sus cargos, siguen cobrando lo mismo y trabajando aún menos. Manda huevos. En bruto, para casa, los sueldos pueden rondar los 6.000 euros.

Sin intención

Sé que ha sentado mal el e-mail que reproducí la semana pasada de un familiar de un niño con cáncer que mencionaba al delegado del SAS, Hipólito García, y su actitud hacia el problema que desde hace semanas vienen denunciando los padres de estos niños, quienes demandan la apertura de un ala de Pediatría donde sus hijos estarían más aislados de gérmenes (están inmunodeprimidos) y contarían con más comodidad e intimidad ante esta dura enfermedad. Aludía esta persona, ante la impotencia que sienten porque nadie les hace caso, a que le habían entrado ganas de irse para el delegado (lo había visto cruzar el semáforo delante del hospital) y darle un bofetón, aunque precisaba en su mensaje que no es amigo de la violencia y que jamás la ejercería, era simplemente una forma verbal de canalizar su rabia. Por supuesto yo tampoco estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia y creo que hay otras formas de solucionar los problemas, poniendo cada uno un poco de su parte. Mucho menos tengo nada en contra de políticos como Hipólito García, que siempre se ha implicado en aquello que ha estado en su mano, en la medida que el organismo al que pertenece se lo ha permitido. Sé que no atraviesa un buen momento personal, por motivos de salud de los que espero se recupere pronto, y también sé que desde que supo del problema (dicen que el pasado domingo se enteró) encargó un informe interno para buscar la solución más adecuada para los niños que, al fin y al cabo, son los afectados. Sólo un apunte sobre algo que he encontrado en la web de Consejería de Salud de la Junta, en la que se recoge un extracto de la Carta Europea de los Niños Hospitalizados. En su punto 17 dice: Derecho a disponer de locales amueblados y equipados de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educación y de juegos, así como a las normas oficiales de seguridad. Ahí queda. El wikiliki dersas prepara nuevos capítulos. No se lo pierdan.