TRES MIL AÑOS Y UN DÍA FLORES PARA SALVOCHEA

LOS DEBATES LOS CARGA EL DIABLO

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SSe imaginan que en una semifinal de copa los equipos contendientes no sacaran al terreno de juego a sus máximos goleadores? No pasaría ni en Segunda División pero eso ha ocurrido en Cádiz esta semana, cuando el PP envió al debate provincial en Canal Sur TV a su tercer candidato al Senado por esta circunscripción, José Blas Fernández. Claro que el PSOE hacía otro tanto con su segundo candidato al Congreso, Francisco González Cabaña. Teófila Martínez y Manuel Chaves, los primeros espadas de esas respectivas formaciones, se quedaron en la mesa camilla, comiendo altramuces frente al televisor. Sólo cumplió con la cita Izquierda Unida -perdón por señalar--, que llevó a su cabeza de lista por esta provincia, Manuel Cárdenas, a la sazón alcalde del PP.

Sin embargo, no sólo pasó en Cádiz. PP y PSOE sólo mandaron a sus cabezas de lista a los debates provinciales de Almería -Rafael Hernando y Consuelo Rumí, con Rodrigo González de IU-, Córdoba -Fernando Cabello de Alba y Rosa Aguilar, con el izquierdista Bartolomé Caballero -y Granada -Concha de Santa Ana y José Martínez Olmos, con Raúl García, de la citada coalición. Se supone que la ausencia de los principales protagonistas de los paneles electorales era un gesto de desprecio mutuo, pero en realidad despreciaban a la afición democrática y a la RTVA en particular. No es nuevo. Ver sentados a Teófila Martínez y a Manuel Chaves en la misma mesa de debate va camino de convertirse en una foto más buscada que la de Belén Esteban y María José Campanario en un mismo plató de televisión. Ya en otras ocasiones, se barajó dicho duelo y cayó en agua de borrajas. Vamos, ni que fueran Barack Obama y Sarah Palin.

Según José Loaiza, presidente provincial del Partido Popular, la culpa la tienen los socialistas por enviar al debate al ex alcalde de Benalup, que ya ha prometido que no volverá a ser alcalde, incluso si el desastre de los socialistas fuera de tal calibre que ni siquiera saliese él yendo en tercer lugar. Para los del partido de la gaviota, el susodicho Francisco González Cabaña vendría a ser un superwelter y Teófila va de peso pesado. Según Loaiza, Chaves le tiene miedo a la alcaldesa gaditana por sus diferentes niveles de conocimiento del hardware de la provincia. Que Chaves no entiende ni papa, vino a decir, que no le importa faltar al respeto a los gaditanos y que no quiere discutir «sobre los verdaderos problemas de la provincia porque ni han tenido soluciones en ocho años ni las van a tener en los próximos cuatro años».

Lo curioso es que, según Fernando Santiago, presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, esta entidad propuso ya hace tiempo un debate entre Teófila Martínez y Manuel Chaves, pero -según señala en su blog- «no recibimos respuesta por escrito». «Tan sólo verbal del PSOE ofreciendo una vaga aceptación. A pesar de la insistencia, silencio del PP», subrayaba Santiago al respecto.

A González Cabaña le resultaba un sarcasmo ese repentino afán por debatir de la primera candidata del PP al Congreso por Cádiz: «Ella no ha querido debates nunca, ni los quiso en las municipales, ni ha querido debates o entrevistas electorales sobre el 20-N en su tele, Onda Cádiz, algo que sí están haciendo otras televisiones públicas municipales de la provincia como Onda Algeciras y Onda Jerez», recalcó el secretario general de los socialistas gaditanos quien, como remate, aseguraba que «Chaves le ha ganado todos los debates habidos y por haber a Teófila, y todas las elecciones, y le volverá a ganar éstas».

Pero, esta vez, no hubo debate. Ni probablemente lo haya. En el de Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba sólo hubieran faltado los silencios de Jesús Quintero, aunque más bien parecía una edición reducida de «Tengo una pregunta para usted». El coloquio a tres entre José Blas, Francisco González Cabaña y Manuel Cárdenas estuvo más animado, quizá por las buenas maneras de Fernando García, tal vez por su brevedad o probablemente porque a menudo dan de comulgar mejor los misacantanos que los arzobispos. Estuvo bien lo de sacar un periódico antiguo con declaraciones de Aznar diciendo que el segundo puente estaría listo para 2005. Claro que, dada la experiencia, lo mismo en 2020 alguien tiene que sacar otro con Zapatero asegurando que las obras acabarían en 2012. ¿A qué se referiría Pepe Blas con los gastos de Defensa, los del paro y el misterioso «amarre de tornillos» que el PSOE se apresuró a subrayar en un comunicado hecho público por su jefe de campaña, Luis Pizarro?

Las campañas electorales también las carga el diablo. Y la del 20-N sigue su curso con anuncios tan pintorescos como el de Javier Arenas, que promete unir a Cádiz y a Huelva, aunque no sabemos por donde transcurrirá la carretera ya que nadie en su sano juicio aceptaría a estas alturas de la historia destruir el parque nacional de Doñana, el mayor pulmón verde de la Península. La alcaldesa de La Línea, Gema Araujo, en plena campaña reclama una carta económica para su ciudad por la hipoteca que le supone su vecindad con el Peñón. Claro que el PP, que pretendía implantar un estrambótico peaje ante la Verja, ahora no se suma a esta demanda porque denuncia que es electoralista. Justo allí, hoy domingo, concluirá la serie de movilizaciones contra las bases militares en las que los candidatos de Izquierda Unida han ido sacando pecho desde Morón a Rota. Pero el personal sigue haciendo bromas con el debate televisivo del lunes pasado, entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Sobre todo por el hecho de que el líder del PP adjudicara a Cádiz las localidades sevillanas de Constantina y de Cazalla. Algo así le costó al PCA la alcaldía de Algeciras en 1983. Y es que, cuando Santiago Carrillo pronunció un mitín en el Ayuntamiento algecireño, entonces gobernado por los comunistas, no se le ocurrió otra cosa que acabarlo con el grito de «Viva España, viva la clase trabajadora, viva La Línea de la Concepción».

Un puñado de vecinos de Loreto y de correligionarios de Fermín Salvochea protagonizó el pasado día 4 de noviembre un emotivo encuentro en torno al busto del alcalde revolucionario de Cádiz, ciertamente deteriorado: las letras que le identifican apenas pueden leerse y la escultura ha perdido hasta las gafas. La iniciativa surgió del blog de Juan Cejudo (http://juancejudo.blogspot.com/) y fue recogida por algunos ciudadanos y la Asociación de Vecinos de Loreto, que titula José Aragón. Allí, se recordó que dicho monumento conmemorativo, obra de Jesús Micó, había sido sufragado por suscripción popular y que el jardín que lo rodeaba apenas se encontraba cuidado ni protegido, siendo usado por los niños como campo de juegos. Los vecinos y los autores de los poemas contenidos en el libro «65 Salvocheas», recopilado por Juan Alarcón y José Luis Gutiérrez Molina, leyeron diversos textos y una de las vecinas no lo dudó un momento. Acudió a comprar un ramo de flores para depositarlo a los pies del pedestal. Curiosamente, con tan sólo convocar dicho encuentro, el Ayuntamiento se había apresurado a adecentar el lugar que evoca al mayor símbolo político de Cádiz. Nunca es tarde.