Por una nueva oportunidad

Dejó los estudios para ponerse a trabajar en el campo a los 13 años y ahora, cuando sus dos hijas son mayores, se ha planteado obtener el Graduado de Educación Secundaria. La historia de Carmen Espinosa es bastante común en los últimos tiempos, cuando contar con un título oficial de enseñanza se convierte en la puerta de entrada a un mercado laboral cada vez más competitivo y de difícil acceso. Junto a Carmen, un total de 5.980 personas mayores de edad de la provincia de Cádiz se examinaron ayer para obtener el Graduado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). La cifra representa un claro aumento con respecto a la convocatoria celebrada en abril de 2010, cuando se registraron 5.353 solicitudes. Es decir, 627 personas más se han animado esta vez a presentarse a estas pruebas libres, lo que representa un incremento del 10,48%. El examen consistía en la realización de tres pruebas simultáneas en todas las provincias andaluzas. Desde las nueve de la mañana de ayer, los aspirantes se concentraron a las puertas del Instituto de Educación Secundaria Bahía, del Instituto Provincial de Educación Permanente y del IES Columela. Un total de 26 tribunales se repartieron entre estos centros de la capital y otros institutos de la provincia.

Hasta las 11.30 horas, se examinaron de los ejercicios del ámbito científico-tecnológico (como Matemáticas o Tecnologías). A partir de las 12.30 horas, volvieron a entrar para realizar las pruebas en materia de comunicación (Lengua castellana y extranjera y Literatura). En la sesión vespertina, se realizaron los ejercicios pertinentes del ámbito social, como Ciencias Sociales, Historia o Geografía. Si logran superar todos los ejercicios, podrán acceder al Bachillerato o a un ciclo formativo de grado medio. Si no, tendrán una nueva oportunidad el 25 de junio, para la que se les mantendrá las calificaciones de las materias superadas. Para muchos de los examinados, alcanzar el graduado supone mejorar su formación y, por tanto, un importante impulso para hacerse con un puesto de trabajo o mejorar sus condiciones laborales. Así lo expresa Rocío Jordán, una mujer de 38 años que se presentó ayer a los exámenes. Venía de un centro de estudios de Benalup donde se ha pasado más de un año formándose. Otro ejemplo que explica el aumento de aspirantes al Graduado tiene el nombre de Antonio Romero. La experiencia que relata este albañil de 35 años se repite en muchos trabajadores del sector de la construcción, que dejaron sus estudios aparcados cuando el trabajo abundaba y ahora les hace falta mayor preparación para no pasar más meses en la cola del Servicio Andaluz de Empleo.