PAN Y CIRCO

BUENAVENTURA

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A los madridistas se nos lleva pidiendo paciencia desde que el primer año de Guardiola nos quedáramos fríos viendo en la televisión jugar al FC Barcelona. A pesar de lo aventurado que es siempre hacer cualquier análisis cuando la temporada apenas sí ha empezado, lo que queda claro es que el FC Barcelona va a seguir jugando de memoria y el Real Madrid tiene que darse prisa para no quedarse descolgado, ya que en estas últimas temporadas ha quedado demostrado que el FC Barcelona no va a fallar más de cinco partidos. El año pasado concretamente perdió un solo partido en toda la liga y empató seis, por lo que, aunque sea pronto para decir que ya hay dos puntos de por medio, lo cierto es que es la misma diferencia por la que ganó la liga el año anterior. A pesar de que gran parte de culpa en el éxito la tienen los Xavi, Iniesta y Messi, además del orden y sentido común que pueda poner Guardiola en el vestuario, no podemos ni debemos olvidarnos de Lorenzo Buenaventura, un casi gaditano sin el casi que está llevando la preparación física de los jugadores a un nivel sobresaliente y que sobre todo está reduciendo las lesiones al mínimo, algo que en el Real Madrid no han podido conseguir los Walter Di Salvo (que vino del Manchester United como el mejor preparador físico del mundo) ni ninguno de sus sucesores. La temporada no ha hecho más que empezar y el Real Madrid tiene siete bajas más la de Cristiano Ronaldo, entre ellas la de jugadores clave como Kaká y Pepe, en el Barcelona es extraño el día que alguno tiene molestias, y así, sin perder el ritmo y con una preparación física correcta es mucho más fácil llevar la temporada. Poco antes de que Lorenzo Buenaventura llegara, las lesiones musculares eran una constante en un tal Leo Messi, y se hablaba de que por su estructura muscular era imposible que disputara más de determinados minutos por jornada, algo que ha conseguido desmitificar el bueno de Lorenzo con su trabajo. Que tome nota Jorge Valdano, el verdadero galáctico que busca podría ser un galeno.