Los socialistas apoyan la candidatura de Moratinos a la Alcaldía de Córdoba

Griñán desveló ayer por primera vez en público su deseo de que Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, sea el candidato socialista a la Alcaldía de Córdoba. Lo hizo en San Cibrao Cervo, un pueblo de Lugo donde el presidente andaluz pasa unos días de vacaciones junto a su mujer, hijos y nietos. «Sería un buen candidato para Córdoba», dijo a preguntas de los periodistas. El presidente aún añadió más: «Todas las encuestas nos dicen que es uno de los personajes más queridos por los cordobeses». Ambas frases, recogidas en un comunicado que el PSOE andaluz hizo público ayer tarde para dar cuenta de la comparecencia de Griñán en un acto en Galicia, dan formato oficial a la pretensión del partido de que Moratinos abandone el Gobierno para apostar por Córdoba, donde los socialistas no han gobernado y el PP ganó las pasadas elecciones, aunque gobierna IU con el apoyo del PSOE .

Griñán confirmó en Galicia su entrevista este mes con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El mandatario andaluz corroboró que hablarán de las inversiones de infraestructuras en Andalucía y de las ayudas a las viviendas protegidas que están en el aire por los recortes, pero insistió en que es una reunión institucional y, por tanto, sin asuntos del partido en la agenda.

Con esta aclaración, el presidente de la Junta quiso dar a entender que no hablará con Zapatero de Moratinos porque en el PSOE «las candidaturas se deciden de abajo a arriba y no de arriba a abajo. Por lo tanto, tiene que ser Córdoba la que determine quién es el mejor candidato para la capital». Sin embargo, fuentes socialistas señalan que lo lógico es que Griñán hable de ello con Zapatero, si no lo ha hecho ya por teléfono o en una reunión informal. Por una razón obvia, si Moratinos accede a ir de candidato obligaría a Rodríguez Zapatero a una crisis de gobierno para sustituir al ministro de Exteriores. «Lo lógico es que lo hablen entre ellos, no se va a lanzar a un ministro como candidato desde Córdoba sin que Zapatero dé el visto bueno», argumentó una fuente socialista.

El nombre de Moratinos suena en las quinielas socialistas desde hace meses, si bien no ha sido hasta ahora cuando el PSOE lo ha trasladado abiertamente a la opinión pública a través de Griñán. Hasta hace poco, siempre que se preguntaba a algún dirigente del PSOE, este descartaba esa posibilidad. La razón que puede haber animado a Griñán a hacerlo público ahora y no antes se debe al semestre español en la Unión Europea, en el que Moratinos jugó un papel importante. Pasada la presidencia española de la UE ya no había ningún inconveniente para darlo a conocer. Falta, no obstante, que Moratinos se pronuncie al respecto. Hasta la fecha no lo ha hecho. Para Griñán está claro que es el mejor candidato: «Naturalmente, si eso se llega a producir, me parece que sería una buena candidatura».

Al revelarse el nombre de Moratinos se hace también evidente que una de las grandes apuestas de Griñán en las municipales es conquistar la Alcaldía de Córdoba, provincia por la que el presidente andaluz fue varias elecciones diputado en las Cortes. Un propósito que ya estaba en mente del presidente andaluz desde que fichó a la ex alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU), como consejera de Obras Públicas.

La Línea

Griñán también habló de la tasa que el alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez (PP), quiere cobrar a los vehículos que pasen hacia Gibraltar. El presidente de la Junta dijo que el alcalde lo que tiene que hacer es «gestionar mejor sus recursos» en vez de poner impuestos «ilegales». Griñán recordó al edil del PP que «debe lo que no tiene y debe tanto que ni siquiera paga a sus ciudadanos», en referencia a los funcionarios, en huelga por no cobrar. Recordó que el Ayuntamiento aún tiene que recibir un millón y medio de euros de los ingresos procedentes de la Junta y del Estado, con los que, en su opinión, debería pagar a los trabajadores. Cree que la tasa del alcalde es una «cortina de humo» para tapar estos problemas.