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Laboral Kutxa cae ante Olympiacos en una demostración de impotencia

Fue arrollado y avasallado por el equipo griego en su propia pista y encadenó su tercera derrota consecutiva en el Top 16

VITORIA Actualizado: Guardar
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El Laboral Kutxa cayó arrollado y avasallado por el Olympiacos en su propia pista (70-89) y encadenó su tercera derrota consecutiva en el Top 16 de Euroliga de baloncesto.

Sobre el Buesa Arena sólo existió un equipo y ese fue el Olympiacos, que gobernó y manejó a su antojo el partido, liderado por Spanoulis, ante un Baskonia incapaz, impotente y sin ideas para plantar cara a los griegos.

Los vitorianos estuvieron mermados por las bajas de Hanga y San Emeterio y las acusaron en un partido donde quedó patente la impotencia baskonista cuando no tiene a todos sus elementos.

Laboral Kutxa y Olympiacos iniciaron al ralentí el partido con las ideas poco claras en ataque y con dificultades para ver el aro con regularidad.

Los griegos se pusieron en manos de Spanoulis que sentó cátedra en el primer cuarto dirigiendo y anotando, diez puntos, para comandar un parcial de 1-13 en los cuatro minutos finales que disparó al Campeón de Euroliga (15-26).

El Baskonia se desangró entre el final del primer acto y el arranque del segundo. En ocho fatídicos minutos solo anotó seis tiros libres mientras Olympiacos disfrutó sobre la pista para anotar 25 y romper el marcador (20-38, m.14).

Jugó a placer el equipo del El Pireo ante un Laboral Kutxa perdido en acciones individuales y desesperadas de Heurtel y Nocioni que no frenaron el desplome (33-55, m.18).

Con 21 puntos en contra (38-59) y un Baskonia desbordado por todos los lados e impotente para frenar el aluvión arrancó la segunda parte.

No bajó el pistón Olympiacos que siguió haciendo sangre y hurgando en la sonrojante falta de ideas y debilidad vitoriana que alcanzó cotas humillantes (40-70, m.24).

Se llegó al minuto 30 con un concluyente 53-78 que convirtió en mero trámite los diez minutos finales. La única incógnita era despejar si la paliza seguía aumentando o el Baskonia lograba adecentar y maquillar los guarismos.

Con todo perdido Scariolo concedió minutos a Van Oostrum y premió al joven canterano Carlos Martínez con solo 18 años para debutar en Euroliga. Al final la brecha quedó en 19 puntos, 70-89, con un Olympiacos que se dejó llevar.