Navarro se pone a mil

Los calentamientos de Juan Carlos Navarro antes de un partido suelen ser un espectáculo. Las series de tiro desde más allá de la línea de tres puntos merecen ya el precio de la entrada pagada por los aficionados por la exhibición que ofrece el escolta culé.

Una de las últimas demostraciones se produjo hace unos días en la Sala Pionir de Belgrado, una de las canchas con más solera y más calientes de Europa. El capitán azulgrana comenzó a lanzar y a atinar desde más allá del 6'75, aún con el pantalón del chándal y la camiseta de calentamiento puestos. Al séptimo acierto desde uno de los laterales de la pista, los ruidosos hinchas del Partizán comenzaron a silbar y gritar con insistencia para poner nervioso al jugador y provocar su error. Pero no es precisamente el inventor de la 'bomba' un hombre que se tense en momentos de presión. Al contrario, es el jugador que pide el balón en las circunstancias decisivas, el que asume toda la responsabilidad cuando es más necesario. Así que ni la bullanguera afición serbia fue capaz de descentrar a Juanqui. Hasta 21 triples sumó de forma consecutiva. Cuando erró en el siguiente lanzamiento, los incondicionales blanquinegros lo celebraron como si de una gran victoria se tratara, precisamente la que no logró su equipo en el partido de Euroliga que se inició minutos después de la estelar actuación de Navarro.

La de Belgrado es una más de las muchas exhibiciones que aún le restan, pero el de San Feliu de Llobregat logró este domingo uno de los triples más significativos de su carrera. El que consiguió en el primer minuto del último cuarto del partido que enfrentó al Barça con el CAI Zaragoza, el tercero de los cinco que logró en el duelo, supuso el 1.000 en la ACB. Con un tiro tras bote habitual en el catalán puso el 58-35 en el marcador, y el tiempo se paró para que el Palau Blaugrana rindiera pleitesía a su ídolo mientras, Elsa y Lucía, sus dos niñas, saltaban a la pista para felicitar a su padre.

«Es un honor. Ha costado porque este año no estoy tirando muy bien. Pero quiere decir que estoy haciendo bien las cosas -declaró después del choque-. Espero que no se quede aquí y que haya más. Llevo mucho tiempo, llevo muchos partidos y, bueno, me gusta meter puntos».

Más de 15 años acumula Navarro haciendo bien las cosas. Concretamente, desde el 29 de marzo de 1998, cuando siendo un juvenil anotó su primer triple en un partido ante el Valvi Girona. Desde entonces, 2.563 tiros y 1.002 atinos -con un porcentaje del 39%- en 554 partidos (a 1,8 aciertos de media por encuentro).

Es el segundo jugador que logra esta cifra tras Alberto Herreros. El director técnico de la sección de baloncesto del Real Madrid se retiró con 1.233 triples en 654 partidos, una cifra que aún queda lejana para el blaugrana. El máximo anotador de la historia del Barça, con su actual media, necesitaría otros 129 partidos, unas tres temporadas más, para alcanzar al exjugador, que se retiró con un triple final que valió una liga al Real Madrid en 2005. Navarro reconoce que cazar a Herreros es «muy difícil» y que le quedan «muchos triples» para ello.

A su entrenador poco le importa si su pupilo cierra su carrera como el máximo triplista de la ACB o no. Lo que Xavi Pascual tiene claro es que lo que ha hecho ya «está a la altura de muy pocos». "Cada hito agranda su leyenda», añadió tras el triunfo ante los aragoneses (73-50). «Soy un afortunado por haber podido compartir, como segundo y ahora como primer entrenador, todos estos años con él. Le felicito», concluyó Pascual.