una mujer sin límites

Con 100 años y recién graduada en primaria

El próximo objetivo que se plantea la anciana mexicana es obtener título de secundaria

MADRID Actualizado: Guardar
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Una anciana mexicana de 100 años, ha dedicado gran parte de su vida a limpiar casas ajenas en Oaxaca, ha recibido su título de educación primaria, uno de sus dos sueños; el otro es obtener el de secundaria, tal y como ha comentado una funcionaria local.

Convencida de que contaba con los conocimientos que se adquieren en primaria, Manuela Hernández, decidió a principios de mes someterse durante tres días consecutivos a los exámenes necesarios para obtener su título, ha señalado Sonia Castro, delegada del Instituto de Educación para los Adultos (IEEA) en Tuxtepec, Oaxaca.

A pesar de sus problemas para ver y oír, Manuela Hernández ha resuelto "con entusiasmo" todos los exámenes y preguntas orales de los trabajadores del IEEA, que básicamente han consistido en "evaluar sus conocimientos y como los utiliza en su vida diaria", ha añadido Castro. Esos conocimientos, los ha adquirido durante su niñez y juventud. "Aprendió a leer y a escribir, aunque solo estudió un año en el curato de la iglesia de Tuxtepec", ha dicho la funcionaria.

El 17 de junio, día en el que cumplió 100 años, Manuela Hernández ya contaba con su diploma, y sus 8 hijos, 46 nietos, 40 bisnietos, 30 tataranietos lo celebraron con una gran comida, aunque eso le costó una estricta orden médica de reposo absoluto. "Es una mujer incansable, nos sorprende su vitalidad, pero más lo que sabe; para sus nietas y bisnietas, ha sido nuestro ejemplo y con este logro, nos sigue dando lecciones de vida", ha comentado Josefina, una de sus nietas.

Sonia Castro ha expresado la decisión de la anciana de seguir preparándose para obtener el título de educación secundaria. "El gran problema es que mi vista está muy cansada y pues hay veces que ya no puedo leer, necesito de unos lentes para hacerlo", dijo Castro al repetir la frase que dejó atónitos a los empleados del IEEA. Sobre la agilidad mental de su abuela, Josefina ha subrayado que “recuerda con facilidad episodios de la Revolución Mexicana (1910-1920). Es apasionada de la lectura, siempre le ha gustado leer los periódicos".