El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos (al centro), sale del ministerio de Finanzas en Atenas. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
crisis financiera

Grecia se vuelve a paralizar

Unas 20.000 personas se han manifestado con motivo de una nueva huelga general por las calles del centro de Atenas

ATENAS Actualizado: Guardar
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Unas 20.000 personas se han manifestado con motivo de una nueva huelga general por las calles del centro de Atenas, donde algunos participantes se han enfrentado a la policía, que ha reaccionado con el uso de gases lacrimógenos. Al menos cuatro personas han resultado heridas y una docena han sido detenidas a causa de los enfrentamientos.

Los principales sindicatos del país habían convocado para hoy una huelga de 24 horas en protesta contra los recortes en sueldos y pensiones, el aumento de impuestos y los despidos que no logran alejar al país de la posible bancarrota.

El paro laboral ha paralizado los servicios públicos y la actividad económica de la capital helénica, suspendiendo también todos los vuelos internacionales hacia el país y el servicios de ferrocarriles, según fuentes sindicalistas.

Al mediodía se han celebrado dos manifestaciones separadas convocadas por los sindicatos mayoritarios, al final de las cuales ha habido algunos incidentes violentos cuando parte de los participantes han arrojado piedras y artefactos incendiarios contra las brigadas antidisturbios en los entornos de la céntrica plaza Sindagma.

Un grupo de personas intentó derribar una valla colocada por la policía que cerraba el paso en torno al Parlamento, a lo que las fuerzas del orden reaccionaron con gases lacrimógenos. Otro incidente ocurrió en las afueras de la rectoría de la Universidad de Atenas, en el centro de la ciudad, cuando unas 500 personas que protestaban contra las reformas en la educación, se enfrentaron a la policía.

Los comerciantes del centro se desmarcan

Antes, miles de funcionarios desfilaron con pancartas que leían "reserva igual a despidos" en referencia a la reducción del 3% de la plantilla del sector público en los próximos tres meses, empezando con el despido de unos 30.000 funcionarios.

Una pancarta del sindicato de funcionaros públicos (ADEDY) decía "No toquen nuestros derechos de un siglo", en alusión a los primeros despidos en el sector público desde hace cien años. El sindicato PAME, afiliado al partido comunista, tenía como eslogan "que se vayan ahora y que se lleven el memorando", en referencia al acuerdo que el Gobierno socialista ha alcanzado con la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para seguir recibiendo ayudas.

La confederación de trabajadores que representa al sector privado (GSEE) ha asegurado que el ausentismo laboral "rozó en muchos sectores el 90%". Ha añadido que "los manifestantes también lanzaron un mensaje fuerte de protesta contra las políticas del Gobierno y el chantaje de la troika (los acreedores internacionales de Grecia)". El GSEE ha reiterado su llamada a una nueva huelga general de 24 horas convocada para el próximo 19 de octubre, junto con el ADEDY.

Pese a la gran crisis en el sector comercial, con el cierre de un 20% de las tiendas minoristas en Atenas, los comerciantes del centro capitalino han mantenido sus negocios abiertos y no se han sumado a la huelga.

El rescate, en noviembre

Las medidas de austeridad, acordadas con la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) y exigidas por esas instituciones para aportar la ayuda externa en forma de préstamos, mantienen al país en la recesión, que se prevé del 5,5% este año, y aumentan el desempleo, calculado en el 15,2%.

El proyecto de ley sobre la reducción de la plantilla en el sector público y la rebaja de sueldos y pensiones será tramitado mañana en el Parlamento y votado hacia finales de octubre. El presidente de las GSEE, Yanis Panagópulos, ha confirmado en declaraciones al periódico 'Ta Nea' que los acreedores internacionales que supervisan la economía griega estudian suprimir el acuerdo colectivo nacional para que no haya sueldo mínimo en el sector privado, fijado ahora en los 750 euros.

Pero el portavoz oficial griego, Ilias Mosialos, descartó anoche, en una entrevista en el canal 'Mega', que se suprima el acuerdo colectivo, pero dejó abiertas otras formas de reducir el coste laboral que, entre otros, podría suponer la reducción de la contribución de la patronal a la seguridad social. "El Gobierno baraja todos los elementos que pueden influir en la competitividad de las empresas griegas", dijo Mosialos.

Un agujero de 4.5000 millones de euros en los compromisos de este año ha llevado a medidas adicionales de 7.100 millones hasta finales de 2012 adoptadas el domingo por el Gobierno y que aún deberán ser sancionadas por el Parlamento, durante la aprobación del presupuesto para el próximo año, que prevé un déficit del 8,5% del PIB en 2011 y del 6,8% en 2012. Los socios europeos han retrasado la entrega de un tramo de 8.000 millones de euros de ayuda externa hasta noviembre y Grecia declaró ayer que sus fondos alcanzan sólo hasta mediados de ese mes.