GENIO. Zidane demostró una vez más su enorme clase sobre el campo. / REUTERS
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Zidane gana su apuesta y se acerca a Pelé y Maradona

Francia se rinde ante el 'crack', a dos partidos de su despedida del fútbol

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Zinedine Zidane, que volvió a ser mágico contra Brasil, el sábado en Francfort, donde hizo bailar la samba a Ronaldinho, Kaká y compañía, ya ha ganado la apuesta que se había fijado en Alemania: un Mundial fantástico en su despedida del fútbol. Los brasileños deben tener pesadillas con Zidane, ya que fue el culpable de sus dos últimas derrotas en Mundiales.

Ganar un segundo título, de la forma que está jugando, y despedirse levantando una Copa del Mundo, le podría acercar en la mitología de la historia del fútbol y de los Mundiales a los dos grandes: Pelé y Maradona.

En todo el mundo, y sobre todo en Francia, la gente se pregunta cómo un jugador que ha hecho arrodillarse al campeón del mundo puede retirarse dentro de una semana. Ese periodo de tiempo es lo que resta de vida como futbolista a Zidane. Siete días intensos para dos citas majestuosas: una semifinal contra Portugal el miércoles en Múnich y una final o un partido por el tercer puesto después.

Para poder disputar una eventual final o el partido por el tercer puesto debe evitar recibir una tarjeta amarilla en el partido contra Portugal, ya que llevaría una suspensión para el siguiente encuentro. «Sabe que se va a retirar, y es por ello que está dando el máximo», explica el seleccionador Raymond Domenech. «Ya no hay cálculos. Cada momento es el último. Pero es eso lo que se dice a cada jugador: imagine que es el último partido y juéguelo a fondo. Zidane lo hace ahora de forma natural», añade el técnico francés.

Libre en su cabeza y en su cuerpo, sabiendo que no tiene que dosificar esfuerzos, Zidane encontró todos sus recursos técnicos en un solo partido y ofreció el pase decisivo en el gol de Thierry Henry a Brasil. Fue el mismo Zidane de la semifinal de la Eurocopa 2000 contra Portugal, en la que jugó el mejor partido de su carrera, en palabras del propio interesado. «Intentó cosas que no intentaba desde hace tiempo, ya que está en buena forma física, con confianza, y sabe que pase lo que pase terminará su carrera de forma maravillosa», comentó el presidente de la Federación Francesa, Jean-Pierre Escalettes.

Admirativos, sus compañeros piensan lo mismo, como Eric Abidal. «No hay tiempo suficiente para hablar de él. Es extraordinario. Voy a pedir a mi presidente que le haga venir a Lyón!».

Por Francia y su familia

«Zidane ha estado excepcional en sus últimos partidos. Quiere dar todo por Francia y por su familia», añade su amigo Willy Sagnol.

Zidane sólo quiere hablar del equipo, pero sin duda tuvo un pensamiento emocionado hacia Jean Varraud, quien le hizo ir a Cannes cuando era adolescente, y que fue enterrando el miércoles.

Tras el pitido final del partido del triunfo ante Brasil, Zidane se contentó con saludar a los aficionados franceses antes de dejar el campo de forma tranquila.