Los quioscos de la discordia

Llevan toda una vida ejerciendo su profesión de comerciantes en los aledaños de la plaza de abastos de Cádiz. Hace varios meses llegó una orden desde el Ayuntamiento que les obligaba a abandonar sus establecimientos para reubicarse en unos nuevos kioscos. El problema viene no ya por el retraso en la construcción, sino por las faltas y sobras que los afectados encuentran en las nuevas instalaciones.

“Mi tienda actual tiene cuatro metros cuadrados, la que me ofrecen nueva tiene dos”, se queja Emilio Medina, comerciante afectado. “Además, yo vendo bolsos, y el nuevo kiosco me obliga a dejar a la intemperie el género, con el deterioro que eso supone”.

Manuel Pecino, convertido en portavoz del colectivo, señala la mala calidad de las construcciones, que ya presentan desperfectos aún antes del traslado. Mala ventilación, falta espacio, carencia de toldos o aire acondicionado. Pecino también muestra su malestar por el considerable esfuerzo económico que ha tenido que realizar. “Yo tengo dos empleados, y a los dos voy a tener que despedirlos porque no tengo con qué pagarles”, explica el vendedor.

Este colectivo reclama la atención del Gobierno municipal, en especial al teniente de alcalde y concejal de Hacienda, José Blas Fernández. Tampoco frenan sus críticas hacia la oposición, pues afirman que “por aquí no ha pasado nadie del PSOE para preocuparse por nosotros”.