Tres de los hijos de Manuel Cerpa Porta unto a su abogado José Luis Ortiz Miranda (a la izquierda). :: MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

«Nos mintieron sobre la operación de mi padre y ahora está en coma»

Los familiares de un paciente de próstata piden seis años de cárcel para el anestesista, al que acusan de cometer una negligencia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«A tu padre se lo han cargado». Con estas palabras, dichas por un médico del Hospital de Jerez en la UCI, Manuel Cerpa Lorenzo supo por primera vez que el coma en el que estaba su progenitor -Manuel Cerpa Porta- no había sido fortuito, ni producto de un accidente, sino que habían cometido una negligencia médica con él.

Su padre llevaba entonces siete días en estado de coma, en el que había entrado tras ser operado de una hipertrofia de próstata en el Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar, propiedad de José Manuel Pascual Pascual, S.A., y concertado con la Consejería de Salud. Era el año 2007.

«Nos dijeron que la operación había sido un éxito», pero nada más lejos de la realidad, explicaba ayer Baldomero, otro de los cinco hijos que durante los últimos dos años y medio han mantenido una batalla en los tribunales con la consejería de Salud, pidiendo Justicia para su padre.

Un nuevo paso en tribunales

Un juez de lo contencioso-administrativo les dio hace unos días la razón, y consideró probado que Manuel Cerpa padre había recibido una dosis de anestesia desmesurada que le provocó el coma, obligando a la consejería a pagar una indemnización de 416.292 euros a la familia. La resolución que tuvo gran repercusión en los medios de comunicación. Sin embargo, los hijos de Manuel no piensan quedarse ahí y ahora pretenden llevar al anestesista, supuesto responsable de la negligencia, a la cárcel. Ayer, dos los cinco hermanos -«los otros están cuidando de mi padre»- anunciaron en una rueda de prensa el nuevo paso en los tribunales. Les acompañaba su abogado, José Luis Ortiz Miranda, letrado del Defensor del Paciente, en su despacho del edificio Trocadero de Cádiz.

«Vamos a presentar una querella criminal para pedir seis años de cárcel para este individuo, además de su inhabilitación para ejercer su profesión», explicaba el mayor de los cinco hermanos. El nuevo paso judicial lo dan respaldados por la reciente resolución judicial a su favor, además de la indemnización económica, aunque ésta ha sido menor a la cantidad de 594.000 euros que habían exigido, así que también han recurrido la decisión del juez.

A pesar de todo, los hijos de Manuel Cerpa dicen que la indemnización «sirve para poco, nos sirve para esto, para ir a por este sujeto. Lo que queremos es que se haga justicia con mi padre». Manuel Cerpa Lorenzo, que ahora cuenta con 71 años, sigue en coma después de dos años y medio, y está atendido por sus hijos y su mujer en su casa de Chipiona. «No tenemos cuidador, nosotros lo lavamos y le damos de comer. Los neurólogos llaman a su estado 'el cautiverio'; de vez en cuando abre los ojos, pero no reacciona, ni se mueve. Nos han dicho que suelen salir de él dos de cada cien personas», recuerdan los hijos sin muchas esperanzas de recuperar a su padre.

«Era un hombre muy activo y le encantaba sentirse sano -recuerda Manuel hijo-. Se hizo una analítica y le salió la próstata un poco alta. Pero él decía que quería operarse, no fuera a dar problemas».

La intervención estaba prevista por medio laparoscopia, pero finalmente tuvo que llevarse a cabo con cirugía normal. «Nos dijeron que la operación suponía menos tiempo, por lo que no hacía falta ponerle más anestesia. Los informes y la resolución demuestran que es falso». El juez de lo contencioso considera probado que, al utilizar la cirugía «le vuelven a aplicar al paciente nuevas dosis de anestesia general, sin esperar el intervalo de tiempo necesario», desde que le aplicaron la epidural.

Esto, sin embargo, fue sólo uno de los tres «errores graves» que según la familia y el Defensor del Paciente se cometieron con Manuel Cerpa. «El primero es que le pusieron la epidural a nivel torácico alto, lo que le impedía respirar», explicaba ayer el abogado Ortiz Miranda. «El segundo error, es que la dosis era desproporcionada para el volumen corporal, incluso para un hombre fuerte».

La familia de este panadero, ya jubilado no sólo denuncian la negligencia. También la supuesta mentira que le ofrecieron. «No íbamos a denunciar, porque todos nos decían que había sido una hipertensión, incluso que le habían quitado un cáncer; nadie nos dijo que se iba a quedar así», denuncian.

Ahora, no sólo quieren que se conozca la verdad, sino también que se haga Justicia con su padre.