CÁDIZ

Llega a Cádiz el campus flotante

La capital es la primera escala del buque 'Explorer', una facultad de la Universidad de Virginia, en su vuelta al mundo Sus 727 estudiantes no están de vacaciones

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Más que un buque escuela, al crucero Explorer que atracó ayer en el muelle de la ciudad habría que llamarlo un buque facultad o buque campus, ya que sus tripulantes no disfrutan de unas vacaciones ni han llegado a la ciudad para hacer turismo. De hecho, aunque por fuera parezca un crucero turístico más, por dentro oculta una auténtica facultad flotante (perteneciente a la Universidad de Virginia, en Estados Unidos), en la que se dan clases mientra recorre el mundo de punta a punta, visitando más de una docena de ciudades. Entre ellas Cádiz.

A bordo viajan 727 estudiantes universitarios (la mayoría de Estados Unidos) que, mientras conocen nuevas culturas, reciben clase, hacen trabajos y estudian. Y es que el buque, que en su origen había servido para cruceros comerciales, está adaptado por dentro con aulas y hasta una biblioteca (donde antes había un casino). No en vano, los estudiantes, a pesar de lo bucólico del crucero, también han de hacer exámenes, ya que las notas son computables a la vuelta del viaje.

En el barco se imparte de todo, desde música hasta historia o sociología y «excepto por el bamboleo del mar, las asignaturas son iguales que en tierra», afirma Leslie, una estudiante de Marketing que destaca, no obstante, el privilegio de poder «viajar, sin dejar los estudios».

El mundo, en 108 días

El singular programa educativo se llama Semestre en el Mar, aunque en realidad sólo dura un trimestre (108 jornadas marinas), en el cuál recorrerán 13 puertos alrededor del planeta, pasando, entre otros, por Casablanca (Marruecos), Port Louis (Islas Mauricio), Bangkok (Tailandia), Hong Kong y Shanghai (China), Yokohama (Japón) y Honolulú (Hawai).

La capital gaditana ha sido la primera escala de este periplo, que comenzó hace 10 días en Nassau (en las Islas Bahamas) y concluirá en Florida, de vuelta a EE UU.

Cádiz será además la única escala europea, aunque, para estos estudiantes la ciudad es también una puerta de entrada a otras ciudades como Sevilla o Granada, incluso Barcelona o Madrid, que muchos de ellos recorrerán, mientras el buque permanezca en la ciudad (el 31 de enero parte hacia Marruecos).

«Cádiz es una gran ciudad portuaria», explica Les McCabe, presidente del programa de estudios y miembro de la ONG (también llamada 'Semestre en el Mar') que organiza el viaje en colaboración de la Universidad de Virginia. Los primeros son los creadores de la fórmula crucero+enseñanza y de hecho, llevan 45 años aplicándola alrededor del planeta. La Universidad, por su parte, ofrece el conocimiento y sus profesores.

Los alumnos, en cambio, proceden de todas las universidades de EE UU y algunos incluso de otros países (China, México, Canadá...). Españoles aún no hay aún, «aunque nos gustaría tener alumnos», afirma McCabe, que lanza un mensaje: «Nos gustaría tener acuerdos con alguna Universidad española», como la UCA, con la que no hay aún acuerdos, aunque desde hace seis años, el barco hace escala en Cádiz.

Por supuesto el viaje no es gratis. De hecho, en tiempos de crisis puede parecer incluso caro: 24.000 dólares, aunque todo está incluido. «No tenemos afán lucrativo», aclara McCabe.

Ayer muchos de esos 727 estudiantes recorrieron durante horas las calles de la Tacita, tanto a solas, como acompañados por profesores y guías locales, con quienes visitaron la Catedral, el Oratorio y la plaza de España... (por supuesto, entra en examen). Aunque también recorrieron el Mercado Central, la plaza de las Flores y las recónditas callejuelas del centro gaditano para buscar «el día a día de la cultura española», que para muchos, resulta cuando menos, «sorprendente» y «llena de diferencias con EE UU».

Así lo reconocía ayer Maly Abelman, californiana y estudiante de Historia, a quien sorprendió', por ejemplo, cómo «la gente se toca más y habla muy cerca unos de otros». «A mí me han encantado los edificios, son preciosos, todos están llenos de Historia tras de sí», afirmaba ayer por su parte Maine Saole, estudiante de Sociología. Y la secunda Deirdre Bird, una profesora, que reconoce que les «ha sorprendido el monumento a la Constitución». Y eso que proceden del país con la primera constitución: «Nosotros somos más de celebrar la independencia», asegura. También para ella «está siendo un viaje alucinante, y una experiencia única, sobre todo para los estudiantes».

mgarcia@lavozdigital.es