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El Premio Nacional de Jóvenes Compositores consagra la carrera del isleño Enrique Busto

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Aunque la Bahía de Cádiz, el Campo de Gibraltar y Jerez hayan alcanzado celebridad como factoría de artistas ligados al pop y a los sones flamencos más comerciales durante los últimos años, también da frutos el trabajo de otros músicos algo más alejados de los focos y las fotografías, por lo común recluidos en los conservatorios. Este trabajo invisible y discreto, fruto del esfuerzo de decenas de profesores, ha convertido la provincia en punto de origen de algunos de los más prometedores intérpretes, compositores e incluso directores. Los hay adolescentes como la violinista Claudia Sansón o jóvenes como el tenor Juan Manuel Sancho. Pero hay más. Muchos más. Cada vez más. Desde ayer hay que añadir otra identidad de un músico algo más maduro, con mayor trayectoria, que ya ejerce como profesor en el Conservatorio Manuel de Falla de Cádiz pero que ya se ha sumado por merecimientos a la lista de grandes figuras de la música clásica nacidas y formadas en el extremo sur de la Península. Se trata del isleño Enrique Busto que se ha consagrado como valor de la música en España al resultar elegido como ganador de la XIX edición del Premio Jóvenes Compositores. Su obra Caleidoscopio II le sirvió para ser considerado el mejor entre centenares de aspirantes. Los elegidos para la gran final pudieron actuar en la tarde del lunes en el Auditorio del Museo Reina Sofía de Madrid. Este certamen está considerado como uno de los más prestigiosos de España, vivero de algunos talentos consolidados en la actualidad. Organizado conjuntamente por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC), esta cita tiene la etiqueta de marcar las tendencias y los autores más seguidos de los próximos años. El Primer Premio, llamado Xavier Montsalvatge, y que ha ido a parar a manos del gaditano está dotado con 6.000 euros. Además tiene el aliciente de incluir la grabación de un CD promocional que sirve para dar a conocer la obra de los participantes más destacados.

El isleño Enrique Busto (Kike para su círculo más cercano) cursó estudios de Clarinete y Composición en los Conservatorios de Cádiz, Málaga y Sevilla, de la mano de docentes como Juan Carlos Armentia, José María Puyana, Ramón Roldán e Ignacio Marín. Obtuvo Mención de Honor en la especialidad de Música de Cámara, así como Premio de Honor en la especialidad de Composición. Con motivo de la celebración del Día Europeo de la Música en junio del 2000, participó en Radio Nacional de España con la obra Soñando el amor para voz, clarinete y piano. En 2003, obtuvo un Premio de Composición en el II Concurso Internacional de Composición para Banda de Música en Comines, Bélgica. Sus obras han sido interpretadas y estrenadas por el Cuarteto de Saxofones Itálica, el ensemble Taller Sonoro, el dúo de flauta y piano Aura, el grupo de cámara Dahmar, la Orquesta de Cámara Andaluza, la Orquesta Manuel de Falla de la Diputación de Cádiz y el Ensemble Robert Schumann de la Hochschule für Musik, de Dusseldorf, en Alemania; entre otros.

Como director ha participado en el Festival de Música Española de Cádiz de 2007, dirigiendo El Amor Brujo de Manuel de Falla, que posteriormente dirigió en el Conservatorio Superior de Música Tchaikovsky, de Moscú. Para mayor vinculación con la nueva hornada de intérpretes y compositores gaditanos, Busto recibe formación, en la actualidad, de uno de los más prestigiosos músicos nacidos nunca en la provincia, el algecireño José María Sánchez Verdú.