Las obras en el colegio de La Salle están paralizadas. / J. L. J.
Ciudadanos

Un colegio a medio hacer

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la dirección del centro educativo de La Salle en Puerto Real. El Grupo Jale construía las nuevas aulas de infantil que tenían que estar listas para finales de mayo. Desde el lunes los operarios ya no acuden a la obra y la incertidumbre se abate sobre los responsables del colegio. La congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas, propietaria del centro concertado, está buscando soluciones inmediatas para no retrasar la puesta en marcha de la instalación.

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Si Jale Construcciones no retoma la obra, los Hermanos se verán abocados a contratar otra empresa que finalice el centro de Infantil. El nuevo edificio de arquitectura moderna y funcional albergará seis aulas para niños de tres a cinco años, un espacio de psicomotricidad y una sala de reuniones para el profesorado. El proyecto también recoge la instalación de un ascensor que comunica el nuevo edificio con el actual centro de Primaria y Secundaria, que completan la oferta educativa del colegio.

Los religiosos apostaron por invertir en plazas de infantil ante la necesidades que tiene la localidad. El centro aún espera que la Consejería de Educación otorgue el concierto de las 50 nuevas plazas que creará cada año en la localidad. Esta inversión supondrá descongestionar el resto de centros y garantiza la supervivencia educativa de La Salle. La paralización de las obras deja contra la espada y la pared al centro, que esperaba estrenar el nuevo aulario en septiembre. Son muchos los padres que preguntan a diario por la ejecución de la obra y ya han dejado los datos en el centro a la espera de que comience el plazo de matriculas.