El director del Museo del Ejército, en su despacho
El director del Museo del Ejército, en su despacho - josé mora
toledo

«Vamos a sacar a la luz más fondos de los que tenemos guardados en los almacenes»

Entrevista al director del Museo del Ejército, el general Juan Bosco Valentín-Gamazo

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Las 327.049 visitas que recibió en 2014 han establecido un nuevo récord en el Museo del Ejército desde que se reabrió en el Alcázar de Toledo en julio de 2010. Su director, el general Juan Bosco Valentín-Gamazo, saborea ese excelente dato.

—¿Se esperaba esta marca?

—No, la verdad es que ha sido... En 2013 tuvimos Farcama aquí y se notó, pero en 2014 no ha estado y hemos superado el número de visitantes.

—¿Qué cuota de éxito tiene El Greco en ese resultado?

—Tiene un mérito muy importante. En Toledo ha habido en 2014 un aumento de las visitas en general, eso ha repercutido en todas las instituciones y en el Museo del Ejército, también. Además, el Alcázar está en el centro, todo el que llega a la ciudad ve el Alcázar y lo primero que va es a verlo.

También la exposición del Greco estaba enfrente y esto probablemente tuvo influencia.

—Farcama, El Greco..., ¿entonces estará esperando que se organice algo grande en el Alcázar para seguir sumando?

—Estamos abiertos a todo. Las colaboraciones son continuas. Sería una pena tener cerrado un edificio como este en el centro de Toledo. Hay que usarlo para todo lo que surja. Mientras estemos nosotros, se hará.

—Este año, el IV Centenario de la Segunda Parte del Quijote se celebrará también por todo lo alto en Castilla-La Mancha. ¿Espera que tenga la misma repercusión en Toledo que El Greco?

—Deseo que eso ocurra, pero quizá es demasiado, a lo mejor es un poco reiterativo. No lo sé, ojalá lo tenga. Pero tampoco la figura del Greco ha sido tan fundamental para nosotros, porque el récord de visitantes en el museo desde que se abrió se estableció el pasado 7 de diciembre, que fueron 6.700 visitantes, y para entonces no había ninguna exposición del Greco. Ese largo fin de semana 12.200 visitantes pasaron por el museo.

—¿Se pueden establecer perfiles de sus visitantes?

—Varía mucho el visitante de días laborables y el de fin de semana. En días laborables vienen básicamente grupos de colegios y muchos extranjeros. Respecto a los fines de semana, a diario bajan muchísimo los visitantes, con una media diaria de 500 personas, aunque el lunes hubo 180, una de las cifras más bajas del año. En fin de semana, creo que es más gente de Madrid, aunque es meramente apreciativo por mi parte.

—Desde que lleva en el cargo, ¿de qué exposiciones se siente más satisfecho?

—De todas. Cada una ha tenido su importancia. La primera, sobre la historia de España en miniatura, era más pequeña que las otras, con menos ambición, pero tuvo muchísimo éxito porque era una cosa accesible al público, no era una exposición técnica. Miniaturas y soldados de plomo gustan a cualquiera, de cualquier edad y cultura. El esfuerzo mayor que hemos hecho ha sido en la que está ahora abierta al público, la de Prim, que es una figura histórica que no es tan popular. A quien no tenga conocimientos de historia mínimos le suena a un personaje del siglo XIX, pero no es lo mismo que El Greco.

—Después de un año tan bueno en cuanto a visitantes, ¿qué espera para 2015? ¿Imagino que desde arriba le pedirán mejores resultados?

—(Sonríe). Pues seguir en esa línea. Pero hemos cambiado un poco en la forma de organización. En 2014 tuvimos cuatro exposiciones temporales y dos que venían del año anterior. ¡Un total de seis exposiciones, un esfuerzo que ningún museo hace! En 2015 nos vamos a volcar en la exposición permanente del museo, que cumple cinco años. Además, en septiembre se va a inaugurar una exposición temporal sobre El Gran Capitán porque se cumplen cinco siglos de su muerte. Estará abierta todo el último trimestre y los dos primeros meses de 2016.

—¿Qué se va a hacer en la exposición permanente?

—Vamos a mejorarla. Vamos a sacar a la luz más fondos de los que tenemos guardados en los almacenes, llenando un poco más las salas. También explicaremos mejor lo que está expuesto para que la gente pueda seguir mejor el recorrido y enterarse de lo que enseñamos, sin necesidad de ir acompañado de un guía. Asimismo, queremos potenciar la visita al edificio, al Alcázar, que por sí solo es un museo. Que la gente sepa que está viendo los aljibes, las antiguas caballerizas hechas en la época de Carlos V, la escalera imperial o el patio imperial.

Así, se va a poner un sistema de señalización diferente con otro color y una guía aparte para ver la historia del Alcázar, independientemente del contenido del museo. Y, además, vamos a potenciar una serie de salas, como la que cuenta la historia del Alcázar, que antes contaba muy poquito y ahora se va a amplir su contenido. Otra sala que no contaba mucho, la de la historia del Museo del Ejército, se va a potenciar también. Igualmente lo vamos a hacer con la sala del Ejército en el tiempo actual, que se cerró para exposiciones temporales. Cuando termine la de Prim, se abrirá al público.

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