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ENTREVISTA

«El Gobierno no debe crear empleo pero debe facilitar los medios para generarlo»

ABC entrevista a María Ángeles Martínez Hurtado, presidenta de la Cámara de Comercio

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Ilusionada y consciente de la responsabilidad que asumió hace tres años, María Ángeles Martínez llegó al cargo con la maleta preparada para hacer un breve receso y continuar su camino en la empresa de automóviles que fundó hace décadas con su marido. En este nuevo reto no le ha ido mal. Ha conseguido apaciguar las aguas de la revuelta institución, ha sorteado la crisis con habilidad y es consciente de que ha sido la primera mujer en presidir una institución con 100 años de historia. Tras años difíciles, reconoce que ha sido una experiencia enriquecedora en conocimiento y relaciones. Se considera dialogante y aprovecha para agradecer el trabajo que realizan los técnicos de la institución cameral. Porque, insiste, sin ellos no hubiera podido asumir tantos proyectos «de los que nos han puesto por delante», para poder sobrevivir.

—¿Qué balance puede hacer de estos tres años?

—Gobernar la Cámara en estos años de crisis ha sido lo peor. De hecho, han desaparecido muchas cámaras. La ley de Rodríguez Zapatero del año 2010 nos dejó a las cámaras sin las cuotas camerales, que era con lo que sobrevivíamos. A partir de ese momento desaparece el impuesto, con lo que hay que sobrevivir con los servicios que se prestan, como por ejemplo los certificados para la exportación que elaboran las cámaras. Estamos hablando de unas cantidades mínimas. Imagine que la Cámara de Toledo tenía unos ingresos fijos con las cuotas de entre dos millones y medio y tres millones. Este año, después de haber vivido todo lo que hemos pasado y, de acuerdo a los estatutos, se puede hacer uso de los recursos que las cámaras tenemos y es donde surge el problema. El primer año arrancamos con un millón de euros para utilizar y poder cuadrar el presupuesto. Este año, después de una gestión destacada –por parte de los técnicos- vamos a tener un presupuesto cercano a los 2.300.000 euros, aunque el 48% de estos recursos los estamos consiguiendo con Fondos Feder.

—Entonces, ¿la situación de la Cámara de Comercio ha cambiado a mejor en estos tres años?

—Sí, dentro de la situación complicada que teníamos ha mejorado. Cuando llegué ya se había aprobado una partida porque había una parte del personal que estaba adscrito a contratos concretos, que sabíamos que saldrían cuando finalizaran esos programas. Luego tuvimos que hacer una reestructuración. Se les ofreció a las cinco o seis personas que salieron las mejores condiciones que puede haber para cualquier empleado, de 45 días. Hemos pasado de 45 personas a las 22 personas que estamos ahora. Y a pesar de esta situación tan difícil, somos un ejemplo por nuestra forma de trabajar.

—¿En qué situación se encuentra la nueva Ley de Cámaras de Comercio?

—Está parada en estos momentos. Teníamos la esperanza de que en la pasada legislatura se hubiera puesto en marcha. El anterior gobierno quería sacarla adelante, pero con la mala suerte que al final de la legislatura entró el anteproyecto a las Cortes y no se le dio vía libre, aunque ya había pasado por el Consejo Consultivo, que había hecho alguna reforma como es lógico. Pero en estos momentos está parado y en breve nos reuniremos con el presidente de Castilla-La Mancha y con la consejera de Economía para pedirles que la pongan en marcha porque es muy importante. No sabemos si comenzaremos de cero, porque con el cambio de gobierno entendemos que quieran hacer alguna modificación. Nosotros pediremos a la administración que le dé curso porque las cámaras necesitan saber sus atribuciones.

—¿Qué medidas concretas se podrán desarrollar en las áreas en las que trabaja la cámara con esta ley?

—Aparte de que esté o no vigente esta ley, nosotros estamos desarrollando, por ejemplo, el programa de Exportación e Internacionalización con el que ayudamos a las empresas. Lo que necesitamos ver es la parte que va a desarrollar la cámara o las instituciones empresariales. En el tema de empleo, estamos trabajando en dos programas importantes: el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), que tiene asignado 2.400.000 euros y que surgió de un estudio que realizaron las cámaras sobre las demandas de las empresas. El problema que nos hemos encontrado es que se da mucha formación, pero no específica. Este programa es muy personalizado y de acompañamiento a los jóvenes desempleados, de entre 16 y los 25 años. Luego está el de menores de 30 años, dirigido a personas con discapacidad.

Formación específica

—Sobre el paro de los jóvenes y el de las personas mayores de 50 años, ¿qué respuesta ha ofrecido el Centro de Formación a estos colectivos?

—El Centro de Formación desarrolla cursos de acuerdo a las demanda y teniendo en cuenta las necesidades de los empresarios. Además, hay una persona encargada de captar empresas que se quieran adherir al proyecto. Es curioso, pero que después de siete años de crisis tenga que afirmar que falta personal en el sector del automóvil, que es el que conozco.... En un encuentro sobre Formación Dual –que se celebró en el Palacio de Congresos de Toledo- durante mi intervención ante responsables alemanes, ellos se quedaron sorprendidos al ver que no habían trabajadores para este sector, a pesar de la alta tasa de desempleo juvenil. Lo que debemos hacer es desarrollar la formación a medida de las empresas. En España lo tenemos claro. Está muy bien la formación universitaria, pero en lo que debemos dar un cambio muy radical, si queremos combatir el desempleo juvenil, es en la Formación Profesional. Enfocarla bien y, sobre todo, que haya un segundo plan para que los jóvenes puedan estar en las empresas más tiempo. Respecto a los mayores de 50 años, hay personas que venían de la construcción y si les ofreces un curso de 600 horas, a las dos semanas no vuelven. Se tiene que ofrecer una formación muy adaptada a la necesidad de la empresa, pero que vaya acompañada de prácticas. Insisto, una formación específica y para un puesto determinado.

Es vital la política de crear empleo, pero parece que todo gira alrededor de los gobiernos, ¿cree que existe una dependencia excesiva de los políticos? ¿Y el empresario…?

—El Gobierno no tiene que generar empleo. Los empresarios tenemos que tener claro que somos los que tenemos que crearlo. A partir de ahí, lo que tienen que hacer las instituciones es facilitar los medios para que los empresarios podamos crear empleo. Con ayudas reales a la contratación, abordar el tema de la Seguridad Social, que en España pagamos más que otros países de la UE. Lo que deben tener claro los gobiernos es que ellos no tienen que generar empleo. Por ejemplo, en la Cámara tenemos el Programa Local de Apoyo al Empleo, que comenzó en el mes de abril, dotado con 2.600.000 euros, y que consiste en desarrollar, en primer lugar, ferias del empleo, de las cuales hemos celebrado cuatro: en Torrijos, Mora, Illescas y en Talavera. Han sido un éxito total. Es un evento en el que están juntos tanto el empresario como el trabajador.

Vivero de empresas

En estos tiempos de crisis, ¿qué papel ha desarrollado el Vivero de Empresas?

—Tiene una labor muy definida por Europa porque se financia con sus fondos y tienen una reglamentación muy estricta para su ocupación. El año pasado hicimos un convenio Cámara-Fedeto con fondos de la Fundación Incyde. Hemos conseguido que el vivero de la calle Dinamarca en Toledo, que es un referente a nivel nacional, esté ocupado al 90% con emprendedores. También tenemos el vivero de Illescas –que son naves industriales-, que lo tenemos al 75% de ocupación, y el de Talavera de la Reina (CEEI), con un 65%.

¿Cómo ha apoyado la Cámara a los emprendedores y a las pymes?

—A través de los Viveros de Empresas y de la Ventanilla Única, que en este primer trimestre del año ha atendido a unas 330 personas, ayudando a crear 128 empresas. A cualquier emprendedor o pequeño empresario le ayudamos a que en 48 horas ponga en marcha su empresa. También estamos trabajando en el Plan de Apoyo al Comercio Minorista -apoyado por el Ministerio de Economía-, porque sabemos que a este sector le ha afectado mucho la crisis y no ha conseguido recuperarse. El consumo interno se ha resentido y todavía sigue. Nuestra labor ha sido ayudarle, digamos «entre comillas», a ponerse al día en tecnología y competitividad.

—Cuando un empresario toca la puerta de la Cámara, ¿que es lo que más reclama?

—Los empresarios llegan más a las organizaciones empresariales que a la Cámara. Una función importantísima para nosotros es el tema de las exportaciones. Las empresas que exportan y aquellas que lo quieran hacer reciben nuestro apoyo. Esta es una vía que en estos años de crisis no podemos olvidar, porque el turismo y las exportaciones han sido las que han tirado de la economía. Las previsiones para 2015 es que Toledo supere el 18% las ventas al exterior. Entonces, ahí es donde les acompañamos en todo el recorrido para que puedan vender sus productos. Además de facilitarles el certificado de exportación.

Las exportaciones han registrado buenos resultados, ¿qué papel ha desempeñado el servicio de Promoción Exterior de la Cámara?

—Se ha ofrecido un buen servicio, pero ahora, con el nuevo gobierno, tendremos que ver qué ocurre entre el IPEX y el ICEX. Hay que tener una reunión desde el Consejo Regional de Cámaras y, si es necesario, reunirnos con el presidente regional para retomar este tema y estudiarlo, porque aunque entiendo que la función de estos dos organismos está muy bien, la verdad es que lo que los empresarios necesitan es misiones concretas y acompañamiento concreto, que se puede hacer desde el mundo empresarial, y eso es lo que debe hacer la Cámara de Comercio.

Sector turístico

—Cómo funciona el área de Turismo, ¿qué necesidades han detectado y en que se podría mejorar?

—Por un lado tenemos el RETI, que es a nivel nacional y en el que hemos sido pioneros. Este programa está funcionando muy bien, aunque hay que darle un empujón importante porque aquí en Toledo, por ejemplo, se han adherido bodegas y otras empresas. Se trata de un turismo internacional importantísimo que debemos potenciar porque es fundamental para nuestras empresas. Por otro lado, tenemos el Convention Bureau, con el que intentamos estar a pie de calle porque somos conscientes de que una fuente importante de riqueza para Toledo es el turismo. En este programa está la Asociación de Hostelería, hoteles y restaurantes, y lo que necesitamos es conseguir algún apoyo. Tengo la esperanza de conseguir nuevas adhesiones.

—¿Qué diferencia hay entre el actual empresario y el de hace una década?

—El actual ha tenido que hacer una criba, en algunos casos injusta, porque estamos hablando de una crisis que no hemos vivido desde 1929. Viví la del 92 y no tengo ningún recuerdo desagradable. Lo importante es que una situación como ésta ha reforzado al empresario. ¿Qué empresario es el que sigue?. El que se ha ido actualizando en tecnología, tenían buena base, buenos productos y ha sabido innovar.

—Finalmente, ¿en el debate de si hemos empezado a salir de la crisis o no, usted en qué lado se encuentra? —Tengo claro que en este momento hemos comenzado a salir de la crisis. Estamos en un momento muy difícil y creo que vienen unos años que pueden ser buenos, pero que tenemos que saber aprovecharlos. Los empresarios que hayan superado esta crisis deben seguir apostando por la innovación y las tecnologías. Sería injusto ahora no reconocer que hay cifras y datos que reflejan que estamos saliendo de la crisis. Pero insisto, desde las administraciones y los empresas hay que tener cuidado para no cometer errores que vuelvan a pesar dentro de cuatro años.

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