El «ayuno de dopamina» se extiende por Silicon Valley

La dieta de estímulos propone limitar el uso de la tecnología. El objetivo es vivir cortos periodos alejados de internet, pero también del sexo y el alcohol

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Gurús tecnológicos que ponen límites a sus hijos en el uso de los dispositivos electrónicos. Leyes que regulan la «desconexión digital». Empresas del sector de la innovación que animan a usar con moderación sus productos. La higiene digital empieza a imponerse en la sociedad actual después de unos años de consumo desaforado de los servicios digitales, que han captado toda la atención de las personas haciéndolas cada vez más dependientes y, también, más dispersas. La reflexión y la concentración en ocasiones resultan un imposible.

Como respuesta, hay una nueva vuelta de tuerca que empieza a asomar la patita, nada más y nada menos que en la cuna de la tecnología de consumo masivo, Silicon Valley, enclave en el área de la bahía de San Francisco (California) donde desde hace décadas surgen las tendencias más extravagantes. Se trata de una suerte de dieta revolucionaria, más conocida como el «ayuno de dopamina», que se ha puesto de moda. El objetivo: reducir el consumo de aquello que dispara el estrés, como el uso de redes sociales y aparatos tecnológicos.

«Reiniciar» el cerebro

Esta terapia va más allá porque incluye la eliminación del sexo o el alcohol. Una vida ajena a placeres mundanos que, según los que la practican, puede «reiniciar» el cerebro y mejorar su eficiencia. Y, de paso, encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. El objetivo es abstenerse de todos los estímulos externos que se pueda. Incluso implica dejar de comer y solo se permite ingerir agua para mantenerse hidratado durante los periodos que dura la sesión. Además, se recomienda evitar interactuar con otras personas .

La base de este ejercicio es controlar la dopamina, un neurotransmisor que está directamente relacionado con las motivaciones que sienten las personas para realizar una actividad determinada. Conocida como «la hormona del placer», está detrás de las adicciones y se considera que es causante de los comportamientos compulsivos, aunque también tiene vínculos con la depresión al no satisfacer el deseo. Este «ayuno», que invita a la reflexión y a mirar las cosas desde un ángulo ajeno a los miles de estímulos diarios, ha sido ideado por un psicólogo de San Francisco llamado Cameron Sepah . Y no solo se ha hecho fuerte en Silicon Valley, sino más allá de las fronteras de EE.UU.

De hecho, un empresario estadounidense explicaba recientemente a la «BBC» que decide en ciertos momentos del año reservarse un día completo para «desconectarse» de su entorno: «A mis amigos y familiares les digo con anticipación: reservo el 17 de noviembre para un ayuno de dopamina; lo siento, no tendréis noticias mías. Pero no es que no los quiera, es que tengo que hacer esto por mi cuenta», apunta. Aunque sin evidencias científicas constatadas, lo cierto es que limitar los excesos puede resultar, en cualquier caso, beneficioso.

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