El veto a las donaciones de sangre de Cruz Roja en Madrid se extiende a Barcelona y los socorristas

La ONG se queda sin un servicio que tenía adjudicado desde hace treinta años

El Ayuntamiento de Colau justifica la pérdida a que se trata de un concurso público

Madrid / r Actualizado: Guardar
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Cinco ayuntamientos de Madrid gobernados por el PSOE y marcas afines a Podemos han decretado un boicot a los autobuses de Cruz Roja que recogen donaciones de sangre en la calle. Cuatro pueblos han prohibido directamente la entrada de los vehículos para hacer la colecta mensual y el quinto, Coslada, les presiona cobrando una tasa por aparcar. La izquierda alienta el veto después de que el Gobierno regional, del PP, firmara en 2013 un convenio por el que sufraga con 67 euros cada bolsa de sangre recogida por la ONG, para cubrir los gastos de una labor que realizan en Madrid desde 1960. Con este cerco a los autobuses, Cruz Roja calcula que perderá unas 1.600 unidades de sangre al año.

El Gobierno de Cristina Cifuentes ha ofrecido a la ONG asesoramiento por si considera necesario emprender acciones legales.

En Barcelona, tras casi 30 años vigilando las playas de Barcelona, la Cruz Roja ha perdido el concurso convocado por el Ayuntamiento para cubrir el servicio. Como consecuencia, unos 70 trabajadores de la entidad han enviado una carta a la alcaldesa Ada Colau expresando su temor por su futuro laboral.

El Ayuntamiento, que ha mediado para que la nueva adjudicataria contrate a parte de los socorristas que se quedan sin empleo, alega que la ganadora ofertó más turnos, servicios y prestaciones que la ONG Cruz Roja.

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