Los transportistas, que no dejaron de trabajar en pandemia, indignados con el cierre de fronteras: «Están sin sitio para aparcar o comer»
Miles de conductores españoles aguardan la apertura de fronteras, muchos con el camión cargado de mercancía perecedera
La rápida propagación de la nueva cepa del coronavirus detectada en Reino Unido ha pillado desprevenidos tanto a sus habitantes, como a los que quieren volver a casa por Navidad. Pero especialmente sangrante es el caso de los transportistas, que en esta época del año realizan el mayor número de entregas, muchas veces con mercancía perecedera por las fechas en las que nos encontramos. Atrapados, sin sitio donde aparcar, comer o dormir, muchos piensan ya que no llegarán a tiempo a la cena de Nochebuena aunque las medidas se tomen inmediatamente.
Unos mil camioneros españoles están atrapados en el Reino Unido después de que Francia suspendiera el tráfico de mercancías y personas procedentes de las islas para tratar de frenar la expansión de la nueva variante del coronavirus. El cierre de la frontera con Reino Unido decretada por Francia ha bloqueado la ruta más habitual de los transportistas españoles desde la isla a la península, entre Dover, en el sureste de Inglaterra, y el puerto de Calais, en el noroeste francés.
Según la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), son miles los conductores españoles bloqueados en torno al puerto de Dover, de un total de 15.000 vehículos de distintos países bloqueados . «Hay camioneros atrapados en Francia porque iban cargados con destino a Reino Unido y otros que volvían ya pero que están parados en Reino Unido al estar cerrada la frontera», cuenta a ABC Dulsé Díaz desde CETM.
La decisión inédita del cierre de fronteras también para mercancías pilló desprevenidos a todos los implicados. «Dicen que durará al menos 48 horas, y estamos preocupados por las condiciones que están sufriendo , atrapados, sin sitio para aparcar, ni comer, ni beber», añade Díaz. Lo que reclaman es «sentido común», ya que estos profesionales llevan moviéndose por distintos países desde que se desató la pandemia, y en la mayoría de ocasiones «el conductor ni tiene que tocar la mercancía».
Según cuentan desde CETM, a más de un conductor «ya le han fastidiado la Nochebuena» , porque cuando se abra la frontera primero tendrán que llegar a sus destinos, descargar y, «en condiciones normales, volver a cargar para iniciar el camino de vuelta a España. A lo mejor uno que viva en Gerona o San Sebastián llega a tiempo, ¿pero qué hacemos con uno que llega de Murcia o de Almería?». La realidad es que en las zonas fronterizas «el caos es total y están desesperados», a la espera de que alguien arroje luz en las próximas horas.
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