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Operación Catering

Todo sobre la estafa de la carne de vacuno, que no era tal

La empresa descarta que haya supuesto un riesgo para la salud del consumidor. Mezclaban ingredientes como soja, grasas, complementos panarios y carne de porcino.

Valladolid Actualizado: Guardar
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«Carne de vacuno». Es lo que ponía en el etiquetado y teóricamente era el componente principal del producto así vendido. Pero no. En ocasiones, el supuesto ingrediente clave no llegaba a suponer ni al 25% de lo que se mezclaba para servir hamburguesas o albóndigas. Carne de porcino e incluso componentes alimenticios panarios, grasas y soja completaban la receta servida por la empresa Eurofrits desde su planta de Burgos.

La Guardia Civil ha descubierto lo que califica como un «importante fraude alimentario de alcance nacional». Catorce personas han sido puestas a disposición judicial imputadas por los delitos de estafa y contra los derechos de los consumidores por comercializar productos «de baja calidad» en lugar de la carne de vacuno que decía el etiquetado.

Dar con el supuesto fraude no ha sido sencillo. Más de un año de investigación y toma de muestras han empleado los agentes hasta destaparlo. La operación Catering se inició en diciembre de 2015, cuando se tuvo conocimiento de una empresa cárnica de Burgos que estaba cometiendo un posible fraude al vender productos con una composición diferente a la reflejada en el etiquetado. Manos a la obra, constataron que «al menos desde 2002, los diferentes productos elaborados en la planta» y comercializados generalmente como ultracongelados «podían llegar a contener menos del 25% de carne vacuna». Ser hamburguesas o albóndigas «impedía descubrir el engaño», aseguraron desde la Benemérita. Y solo fue posible mediante análisis en un laboratorio especializado. Para cerciorarse, recorrieron «multitud de establecimientos» tomando muestras «aleatorias de forma encubierta» y llevaron a cabo inspecciones en algunos puntos.

Las pruebas «pusieron en evidencia la realidad de la fabricación» que, aseguraron desde la Guardia Civil, «proporcionaba importantes beneficios» a la empresa al suplir la carne de vacuno por otras materias más baratas. Según aseguraron, el alcance de la comercialización «parece situarse en cotas muy elevadas», pues la empresa fabricaba productos de marca blanca para todo el mercado nacional.

Desde Eurofrits defendieron ayer que se trató de un «defecto en el etiquetado subsanado» en diciembre de 2015 y que «no» supuso riesgo para la salud pública.

Elaboración

La Guardia Civil ha constatado que al menos desde el año 2002 diferentes productos elaborados podían llegar a contener menos del 25% de carne vacuna. Porcino, grasas, complementos panarios y soja completaban el producto, generalmente ultracongelado.

Distribución nacional

Eurofrits, que niega el fraude y lo achaca a un «defecto en el etiquetado», elabora productos de marca blanca para el mercado nacional.

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