Los socialdemócratas alemanes piden un test obligatorio para los turistas que vuelven de Mallorca

El ministro de Sanidad alemán llama a los turistas en Mallorca a respetar las normas e insinúa que tendrán la culpa si no cumplen las normas en las Baleares y causan una segunda ola del virus en su país

Reportaje en el «Mallorca Zeitung» sobre el incumplimiento de las normas de seguridad en los pubs y locales de Palma de Mallorca | Vídeo: Desfase de los turistas en Magaluf (AT)

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Los medios de comunicación alemanes siguen diariamente la evolución de la pandemia en Mallorca, conocida popularmente como «el número 17 de los Bundesländer», y las imágenes de fiestas sin control, sin mascarillas y sin distancia de seguridad preocupan incluso más que los rebrotes en suelo nacional. No en vano, Mallorca atrae a un número particularmente alto de turistas alemanes. Incluso antes de la apertura de la frontera con España, a miles de ellos se les permitió visitar la isla nuevamente , desde mediados de junio, y las condicioens de seguridad establecidas por el gobierno balear demostraron ser garantía suficiente como para volver de vacaciones a la isla sin que las autoridades alemanas creyesen necesario restablecer cuarentenas ni ningún otro tipo de restricciones.

Pero las imágenes de cientos de turistas celebrando una multitudinaria fiesta en Ballermann, el pasado fin de semana, ha vuelto a hacer sonar las alarmas. Casi ninguno de los participantes observaba las normas de protección aplicables en toda España y un video publicado el sábado por «Mallorca Zeitung» muestra incluso cómo la gente celebra, bebe y baila «piel con piel» y sin mascarilla en la noche de la famosa «Bierstrasse» (Calle de la cerveza). «Como si no hubiera corona», titulaba este diario, que informaba de que los «turistas borrachos bailaban y se abrazaban entre sí y a los vendedores ambulantes».

A raíz de esta información, el diputado socialdemócrata y portavoz en asuntos de Salud del SPD, Karl Lauterbach, se ha referido a Mallorca como un área de riesgo y ha exigido que todos los pasajeros que regresen de Mallorca sen obligados a someterse a un test. «Lo que está sucediendo en Mallorca y en otros países puede desencadenar una segunda ola en Alemania» , dijo Lauterbach al «Rheinische Post» en Düsseldorf, sugiriendo además la posibilidad de una cuarentena de al menos algunos días hasta comprobar si surgen síntomas. «Sería la única forma en que las autoridades puedan reaccionar rápidamente si los turistas llegan a casa con el virus», ha dicho.

También el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, se ha referido a este peligro, aunque en un tono algo más moderado. “La amenaza de una segunda ola de contagios en Alemania es real”, ha dicho en una rueda de prensa de seguimiento de la pandemia en la que comparecía junto a los responsables del Instituto Robert Koch. Spahn instó a los alemanes de vacaciones en Baleares a respetar las normas de protección establecidas por las autoridades locales y manifestó su preocupación personal acerca de la situación sanitaria en Mallorca. «Las imagenes que hemos visto este pasado fin de semana de la isla preferida de los alemanes, Mallorca, me preocupan mucho», ha advertido, «debemos tener mucho cuidado para que Mallorca no se convierta en un segundo Ischgl» . Se refería a la estación de esquí austriaca que en febrero se convirtió en foco de infección del que partió el virus hacia los cinco continentes.

« Me parece aberrante lo que se ha visto en esas imágenes y es necesario que se sepa que no todos los turistas alemanes que visitamos Mallorca nos comportamos así, que la mayoría respetamos las normas tanto aquí como en nuestro país», se queja desde la isla Martha, residente en Berlín que pasa allí sus vacaciones junto a su marido y sus cuatro hijos, «y nosotros, esa mayoría de turistas alemanes en Mallorca, somos los principales interesados en que estas personas cambien su forma de actuar porque están poniendo en peligro la salud tanto de la población española como de todos los turistas alemanes».

«Yo creo que deben intervenir las autoridades españolas y sancionar, tanto a los turistas que no respetan las normas como a los locales o establecimientos que lo permiten», se queda por su parte Rudolf, que por fin ha podido viajar a su segunda residencia en la isla, «si se sabe que en el área de Ballermann está pasando esto, la policía debe vigilar allí y tomar medidas para que esos comportamientos no se repitan». Rudolf considera incluso que la falta de respeto a las normativa vigente, como no llevar mascarilla o no guardar la distancia de seguridad de forma flagrante, «debería ser motivo de expulsión». « Me disgusta mucho la imagen que este tipo de gente difunde de nosotros , los alemanes no somos así, no todos nosotros, y es lamentable que una isla tan maravillosa tenga que soportar determinadas cosas», reprocha a los «cabezas huecas».

En las redes sociales alemanas ha surgido una corriente de opinión que condena estos excesos y que reflexiona más ampliamente sobre el comportamiento de determinados turistas alemanes, con los que los usuarios es evidente que no se sienten identificados, cuando pisan las Islas Baleares. También aparecen criticas a los negocios turísticos que permiten tanto estas fiestas propagadoras del virus como, en tiempos anteriores a la pandemia, «deportes» como el «balconing».

Los alemanes representan el 27% de los turistas que visitan anualmente Baleares, una región en la que el turismo, por otra parte, supone el 35% del PIB.

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