Pierde el cartílago de la nariz por una PCR mal realizada y ahora necesita una cirugía de reconstrucción

Claudia Serran ha contado en redes sociales su calvario por una prueba mal hecha

Claudia Serran Facebook

ABC

Claudia Serran, de Santa Cruz (Argentina), está viviendo un calvario desde que en agosto de 2021 le realizaron una PCR en una clínica privada que provocó que se le infectara la nariz y perdiese el cartílago.

Serran trabaja como asistente terapéutico y era habitual para ella realizarse pruebas de Covid-19 para acceder a unidades de cuidados intensivos donde tenía que atender a pacientes. Pero una de las muchas PCR no salió como esperaba y cambió su vida para siempre. Ahora, debe someterse a una operación de reconstrucción con urgencia que tiene un coste de 1.600 euros .

La joven contó al medio ' El caletense ' cómo se realizó la prueba que le ha llevado a esta situación. «Me llamaron para tomar un servicio de una señora que estaba a punto de fallecer y los hijos no daban más con su cuidado. Tomé el trabajo con un compañero, que se hizo el hisopado en un hospital y el mío lo hicieron en un laboratorio privado en el cual cobraron diez mil pesos (84 euros) y lo pagó la hija de la señora».

«Me empezó a picar. Al pasar los días el malestar persistía, pero el doctor me dijo que era normal», contó Claudia sobre las primeras molestias. «Me salía una especie de sangre gelatinosa constantemente», explicó.

«La zona de la nariz se me había puesto roja, así que decidí ir al hospital. Tenía aproximadamente cuatro o cinco centímetros de dilatación en la fosa nasal», cuenta Claudia sobre la evolución de la herida.

La situación se complicó porque los medicamentos que le recetaron le acarrearon otros problemas . «No tengo el cartílago que tiene normalmente la nariz. Llegué a tener una anemia crónica. Se me habían reventado todas las venas y soy alérgica a la penicilina, ya no recibía más antibióticos porque me lastimaron muchísimo los brazos».

A Serran no solo se le cortó el cartílago divisorio de las fosas nasales, sino que además se contagió coronavirus. «Me tuvieron aislada 10 días, según ellos en tres días me derivaban porque me tenían que hacer de forma urgente la reconstrucción del cartílago», explicó Claudia. Para operarse debe ir a otras ciudades, Comodoro Rivadavia oEl Calafate, ya que en su localidad no hay quien realice la operación que necesita.

La intervención cuesta más de 1.600 euros. «Yo siempre he trabajado de lo que sea y puedo pagar una parte de la operación. El doctor me dijo que si sigo así puede subir [la infección] al cerebro y morir», cuenta Claudia, que pide ayuda para la financiación de la intervención.

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