Oxford amenaza con multas de hasta 2.500 euros a los vagabundos sin hogar

El Gobierno municipal laborista no los quiere en las puertas de las tiendas

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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Como sucede en buena parte de la Europa próspera, una de las cosas más lacerantes que se observan paseando por las ciudades de Inglaterra es la presencia de vagabundos sin hogar mal viviendo en las calles, muchas veces rodeados de boutiques consagradas al lujo más prohibitivo. En Knightsbridge, el barrio del centro de Londres donde se encuentra Harrods, millonarios árabes aparcan sus bólidos ostentosos ante unas aceras en las que muchas veces duerme un homeless entre cartones, olvidado por todos menos por su perro. Según las últimas cifras, en la capital británica hay 7.500 personas sin techo, cifra que crece de manera constante (en 2010 eran 3.673). En 2014 se produjo en el conjunto de Inglaterra una aumento del 14% en un solo año.

El empeoramiento de este drama se achaca a la crisis, la carestía de la vivienda y los recortes en las subvenciones sociales.

La histórica, monumental y glamurosa ciudad universitaria de Londres tiene 150.000 habitantes y se calcula que viven allí 33 vagabundos que duermen en sus calles. Ahora la autoridad municipal, gobernada por los laboristas, ha comenzado a amenazarlos con multas del equivalente a entre 111 y 2.800 euros si se instalan en la entrada de establecimientos comerciales. El grupo municipal de los verdes cree que es «una bajeza tratar a los homeless como criminales, necesitamos ayudar a la gente que duerme en las calles, no amenazarlos».

La autoridad municipal ha comenzado a pegar notas amenazantes sobre los bártulos de los vagabundos: «El consistorio de la ciudad de Oxford recuerda que su conducta tiene un efecto perjudicial de carácter permanente para la calidad de vida de los habitantes». En la vía peatonal Cornmarket Street, una de las calles comerciales más populares de la ciudad, han aparecido esas notas en los sacos de dormir de los sin techo.

La actuación de los laboristas de Oxford contrasta fuertemente con lo que viene predicando su líder, Jeremy Corbyn, que esgrime como bandera la ayuda social a los desfavorecidos. Ante las críticas, la autoridad municipal ha alegado que los vagabundos obstaculizan con sus pertenencias las salidas contraincendios de las tiendas, poniendo en riesgo a los vecinos. También recuerdan que hay taquillas a disposición de los sin hogar para que puedan dejar allí sus posesiones. Por último, aseguran que destinan a ayuda social en las calles 1,4 millones de libras al año.

Oxford disponía de un albergue para personas sin techo con 61 plazas, pero el Ayuntamiento lo clausuró el año pasado. Quedan todavía otros dos, pero estudian también echar el cierre ante la merma de medios. A comienzos de este año, un concejal laborista llamó a los homeless de la ciudad «desgracia» y los definió como «una verdadera plaga». Pidió disculpas tras el revuelo por sus palabras.

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