El cardenal de Madrid saluda a unas colaboradoras del comedor San José de la Obra Social Familiar Álvaro del Portillo
El cardenal de Madrid saluda a unas colaboradoras del comedor San José de la Obra Social Familiar Álvaro del Portillo - Maya Balanya

Osoro bendice un comedor social que reparte 230 comidas diarias a personas de 17 nacionalidades

El centro, ubicado en la parroquia de San Ramón Nonato en la localidad madrileña de Vallecas, fue fundado con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo

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El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, acudió este domingo a Vallecas para bendecir las nuevas instalaciones del comedor San José de la Obra Social Familiar Álvaro del Portillo. El cardenal presidió la concelebración eucarística en la parroquia y a continuación bendijo los locales. Durante el acto, el prelado resaltó que «tenemos que aprender, ahora más que nunca, a escuchar los gritos de la gente y darnos cuenta de que quien tenemos al lado es un hermano».

Por su parte, el párroco José Manuel Horcajo dio las gracias por la colaboración que hace posible el funcionamiento de «los proyectos sociales, familiares y espirituales que completan la atención integral que desarrollamos con los más necesitados desde hace varios años». El padre Horcajo destacó el apoyo de Cáritas y el impulso decisivo del magisterio del Papa Francisco a la hora de poner en marcha estas iniciativas.

En el comedor social San José se reparten 230 comidas diarias en cuatro turnos. A él acuden personas de 17 nacionalidades distintas; el 52% son españoles, el 90% son del distrito, el 91% viven solos y un 15% en la calle. Atendiendo a la edad, la mitad de los beneficiarios tienen entre 45 y 60 años y un 68% son hombres frente al 32% de mujeres. Para atenderles, el comedor cuenta con 70 voluntarios.

La Obra Social Familiar Álvaro del Portillo se puso en marcha en la parroquia de San Ramón Nonato con motivo de la beatificación de este madrileño, en septiembre de 2014. El beato Álvaro del Portillo acudía en los años 30 a la parroquia de San Ramón Nonato, en el puente de Vallecas, para enseñar catecismo a los niños y atender a ancianos, pobres y enfermos.

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