El zika en diez minutos

¿Hay motivos para preocuparse por el virus zika?

Cada vez más investigaciones relacionan al microbio con graves trastornos neurológicos, como la microcefalia en bebés, el síndrome Guillain-Barré y la meningoencefalitis

No hay una vacuna o medicamento específico para combatirlo. La mejor defensa es luchar contra los mosquitos que los transmiten y tomar precauciones en las relaciones sexuales y en transfusiones de sangre

Las autoridades reconocen que es posible, aunque improbable, que se extienda por Europa y por España a través del mosquito tigre y del mosquito común

MADRID Actualizado: Guardar
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Las enfermedades emergentes se expanden de forma explosiva cuando los investigadores aún no saben mucho acerca de ellas. Es el caso de la fiebre del Zika: una enfermedad causada por un virus procedente de África que en 2014 dio un primer aviso en la Polinesia Francesa, pero que este año ha hecho saltar todas las alarmas. No solo se ha extendido por 33 países, muchos de ellos en América del Sur, sino que además se sospecha que pueda estar detrás de la aparición de enfermedades neurológicas como la microcefalia en recién nacidos y el síndrome de Guillain-Barré. Nuevos estudios lo relacionan también con una peligrosa inflamación cerebral.

La expansión explosiva de la enfermedad y la terrible posibilidad de que provoque daños irreversibles en bebés recién nacidos alarmó a la OMS y también ha espoleado a la comunidad científica.

Investigadores de todo el mundo, liderados por Brasil, el país más afectado por el zika, han comenzado a trabajar en vacunas y en medidas para frenar la expansión de la enfermedad, que ocurre a través de mosquitos (principalmente del género «Aedes», aunque se sospecha que el mosquito común también podría hacerlo). Junto a esta medidas de contención, otra parte de los investigadores trata de entender cómo actúa este virus, y dónde se le podría detener.

Para Lavinia Schuler-Faccini, investigadora especializada en efectos teratogénicos de la Universidad Federal de Río Grande del Sur, « está prácticamente demostrada» la relación entre el virus y la microcefalia en bebés, una dolencia caracterizada por defectos cerebrales muy graves y que causan problemas que se prolongan durante toda la vida de estos niños, como convulsiones, parálisis o deficiencia intelectual.

Stephen Higgs, presidente de la « American Society of Tropical Medicine and Hygiene», coincide en señalar que la epidemia actual es «ciertamente muy preocupante, debido a la velocidad y grado de dispersión y el número de infecciones, junto a la aparición de enfermedades más graves aparentemente asociadas, como la microcefalia y el síndrome Guillain-Barre».

Otra de las aristas de esta crisis es la posibilidad de que la epidemia siga extendiéndose y que la microcefalia y las anomalías neurológicas lleguen a nuevos países. En ese sentido, Higgs destaca que el virus puede llegar a cualquier territorio donde estén los vectores (los mosquitos) y personas susceptibles de sufrir la enfermedad, en un área que en principio sería muy amplia y similar a la de la distribución del dengue. Por su parte, Schuler-Faccini considera que es cuestión de semanas el que la microcefalia en bebés se manifieste en nuevos países, aparte de Brasil.

¿Qué es el zika?

Según el CDC, es una enfermedad causada por el virus zika y que se contagia entre personas gracias a la picaduras de mosquitos del género Aedes (entre los que está el mosquito tigre, Aedes albopictus, que habita en España), que también son los transmisores de otras enfermedades como el dengue y el chikungunya. Su principal transmisor es el Aedes aegypti.

¿Cómo se contagia?

Además de las picaduras de mosquitos, no se puede descartar que haya contagio de la enfermedad de madres a hijos durante la gestación. Investigaciones más recientes han demostrado el contagio por vía sexual.

Se sospecha que también puede ocurrir a través de transfusiones de sangre. Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el virus Zika se detecta en sangre durante un periodo de tiempo de 5 a 7 días en las personas infectadas, por lo que es posible su transmisión a través de donaciones de sangre. La OMS recomendó prohibir las donaciones de sangre a viajeros procedentes de regiones afectadas con zika como medida de precaución.

¿Cómo se previene?

Las medidas de prevención y control se basan en reducir la cantidad de mosquitos presentes y en reducir el contacto entre personas y mosquitos. Esto se consigue atacando los lugares de cría de estos insectos (son aquellos en los que se acumulan pequeñas cantidades de agua, como tiestos, ruedas o cubos) y usando repelentes, ropa larga y de colores claros, redes anti mosquitos e insecticidas. Cerrar puertas y ventanas también se considera de ayuda.

La contención también es recomendable en transfusiones de sangre y en relaciones sexuales. Los expertos recomiendan a las mujeres infectadas con zika que hablen con su médico antes de quedarse embarazadas, dado el riesgo de transmitirle la enfermedad a sus hijos.

¿Hay tratamiento?

Según la SEIMC, no hay tratamiento específico ni vacuna frente a este virus. Por ello, en los pacientes con síntomas el tratamiento se centra en aliviar los mismos (fiebre, dolores osteomusculares, cefalea, etc) con analgésicos y medicamentos para la fiebre.

Estados Unidos ha anunciado el envío de expertos a Brasil para investigar posibles vacunas y un laboratorio indio ha anunciado el desarrollo de dos candidatos a vacuna, incluyendo uno llamado ZIKAVAC. Sin embargo, la OMS ha alertado de que faltan varios años para comercializar la vacuna contra el virus del Zika.

¿Qué síntomas provoca?

Según la OMS, son similares a los de otras enfermedades, como el dengue, pero de intensidad más leve. Incluyen fiebre, sarpullidos, conjuntivitis, dolor muscular y articular, malestar y dolor de cabeza. Duran entre dos y siete días. Se cree que en al menos el 80% de los casos, las infecciones no provocan síntomas, con lo cual podría haber grandes cantidades de personas infectadas sin saberlo.

Si los síntomas son leves, ¿por qué preocuparse?

Hasta ahora, las epidemias de zika habían sido relativamente escasas. Pero, con la rápida expansión del virus que ha tenido lugar desde mayo de 2015 en América del Sur, se está averiguando más acerca de él. Las evidencias indican que el zika puede causar graves daños: microcefalia en recién nacidos y síndrome de Guillain-Barré en adultos, además de meningoencefalitis.

Microcefalia en bebés

Las autoridades sanitarias brasileñas han relacionado al virus con el gran incremento de casos de microcefalia en bebés. Se ha confirmado un total de 745 de microcefalia y 157 muertes asociadas a esta malformación desde octubre. Por el momento, las autoridades aún analizan 4.231 casos sospechosos, y ya han descartado otros 1.182.

Esta dolencia, en la cual la cabeza de una persona es mucho más pequeña de lo normal, está relacionada con muchos síntomas, ya que es consecuencia de la acumulación de errores en el desarrollo de los embriones. Pueden aparecer retrasos en el desarrollo intelectual, problemas motores, pérdida de visión y audición, etc.

Investigación en curso

Sin embargo, este efecto solo se ha observado en determinadas regiones de Brasil y no en los otros 33 países afectados por el zika, y de hecho, aún no se ha demostrado experimentalmente que la microcefalia y el virus estén directamente relacionados. Sin embargo, la investigadora Lavinia Schuler-Faccini ha alertado de que es cuestión de meses el que se pueda demostrar esta relación, ya que se ha identificado la relación entre el virus y ciertos daños neurológicos y que se están realizando estudios epidemiológicos.

También ha considerado que es cuestión de semanas o meses que la microcefalia llegue a nuevos países, ya que en el caso de que el virus fuera el causante, sus efectos solo se verían entre los recién nacidos cuando se pasase el tiempo necesario de gestación (como mínimo alrededor de nueve meses tras la llegada y establecimiento de la epidemia de zika a una región).

Hasta ahora, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Europa (ECDC), los investigadores han encontrado secuencias del virus zika en líquido amniótico de nacidos con microcefalia y una investigación ha confirmado la infección de zika de un bebé recién nacido con microcefalia. El ECDC considera que las infecciones con virus similares al zika, del grupo de los flavivirus, «tienen la capacidad de causar nacimientos prematuros, defectos congénitos y microcefalia».

Además, en un brote de zika que ocurrió en 2013 en la Polinesia Francesa y en el que se registró un número estimado de 28.000 infecciones, se detectó un incremento de las malformaciones en fetos y recién nacidos.

El síndrome de Guillain-Barré

Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), al virus zika también se asocian complicaciones neurológicas de origen autoinmune (el organismo se «ataca» a sí mismo con sus células de defensa). Entre estas, están el síndrome Guillain-Barre (o SGB, una dolencia que provoca parálisis y extrema debilidad, en adultos), la mielitis, la meningitis y la meningoencefalitis.

Al igual que ocurre con la microcefalia, aún falta investigar para relacionar estas dolencias con el virus. Sin embargo, hay algunos indicios. Tal como afirma el ECDC, Brasil, Venezuela, El Salvador y Martinica han registrado un incremento de casos SGB. Un estudio científico hecho a raíz del brote de zika de la Polinesia Francesa, relacionaba la enfermedad con un incremento de 20 veces en la incidencia del SGB.

¿El zika puede llegar a España y a Europa?

El ECDC ha recogido datos de infecciones con virus zika en viajeros que llegaron a la Unión Europea. Reconoce que, a la vez que la epidemia se extienda por América, se incrementarán también los casos en la UE. Dado que la especie Aedes albopictus está extendida en varios países de Europa, sobre todo alrededor del Mediterráneo, la transmisión desde viajeros infectados a otras personas es posible, según este organismo. En ese sentido, el ECDC considera que el riesgo de transmisión de zika en invierno es extremadamenet bajo, porque las condiciones climáticas no son adecuadas para el insecto, pero reconoce que es necesario investigar más en torno a esta cuestión.

Por su parte, la SEIMC considera que en España existen vectores competentes para la transmisión del virus (Aedes albopictus sobre todo en el litoral mediterráneo), una población susceptible y es posible la llegada de personas enfermas procedentes de áreas endémicas. Por lo tanto, es posible aunque poco probable que se produzcan brotes en nuestro país. Por ello, este organismo considera que es fundamental realizar una evaluación rapida del riesgo de establecimiento y transmisión del virus zika en España así como su posible impacto en la población.

En opinión de Stephen Higgs, presidente de la «American Society of Tropical Medicine and Hygiene», «el virus puede llegar a cualquier lugar donde estén presentes sus vectores (Aedes albopictus y Aedes aegypti)», una zona muy grande y que es similar a la e distribución del dengue.

Más alarmante sería el panorama predicho por algunos investigadores que consideran muy probable que el mosquito común, ampliamente distribuido por todo el mundo, pudiera contagiar la enfermedad.

¿Las embarazadas deben tener especial cuidado?

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) recomiendan a las embarazadas tomar especiales precauciones. En primer lugar, pensar en posponer su viajes a una zona en la que haya transmisión del virus zika. En segundo lugar, tomar medidas para evitar picaduras de mosquitos.

En cuanto a las mujeres que no estén embarazadas pero que piensen en estarlo más adelante, el CDC recalca que el virus zika solo permanece en sangre una semana después de la infección, por lo que no debería suponer ningún riesgo para el bebé después de ese tiempo.

En América del Sur, ocho países han sugerido a la población evitar los embarazos hasta el año 2017, por el peligro de contraer la enfermedad durante el periodo de gestación. Recientemente, la OMS ha criticado estas medidas por considerar que muchas mujeres no pueden decidir cuándo se quedan embarazadas en esos países.

¿Cuál es su origen?

El bosque de Zika, en Uganda, fue el escenario donde, en el año 1947, se descubrió por primera vez a este microbio. En 1954 se detectó a una persona infectada con él en Nigeria, y años después ya se trataba de un microorganismo habitual de múltiples países africanos y asiáticos, aunque no se detectaban muchos casos.

La situación cambió en 2007, cuando llegó al Pacífico en forma de un brote que dejó 180 infecciones en Micronesia. En 2013 se produjeron unas 28.000 infecciones en la Polinesia francesa, y de allí saltó a otras islas, como Nueva Caledonia, Islas Cook e Isla de Pascua.

¿Por dónde se ha extendido hasta ahora?

Según el CDC, hay 33 países afectados en América del Sur y tres en África y en el Pacífico. Además, el zika también ha llegado a otros países en viajeros infectados, como en Estados Unidos, Canadá, Israel, Taiwán, Alemania, Austria, Dinamarca, España, Finlandia, Italia, Portugal, Reino Unido y Suiza.

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