Los incendios no dan tregua en la isla de Evia tras siete días en los que el fuego solo termina en el mar
Se habla de casi 50.000 hectáreas quemadas en la isla y más de mil casas destruidas
A pesar de que la temperatura en todo el país ya no supera los 38 grados, la lucha contra los fuegos no ha terminado . Siguen llegando refuerzos extranjeros, ayer bomberos alemanes, serbios y checos, que refuerzan al cuerpo de bomberos y a la policía, el ejército, los guardacostas y voluntarios luchando contra las llamas en todo el país.
Protección civil ha vuelto a recordar que continúa la prohibición de circular y permanecer en todos los parques, parques naturales, zonas forestales del país así como el efectuar cualquier actividad relacionada con fuego, ya sea a nivel personal o industrial.
El viceministro de Presidencia Akis Skertsos ha enviado un mensaje aclarando que equipos del Ministerio de Infraestructuras ya están registrando los daños de los edificios en las zonas afectadas por el incendio. También ha recordado que quienes se han quedado sin hogar pueden llamar a un teléfono especial (el 1135) para recibir instrucciones de cómo conseguir alojamiento temporal en hoteles con gastos pagados por el estado. «Más de 1.500 personas víctimas de los incendios ya han recibido asistencia de vivienda temporal» , declaró.
El infierno de la isla de Evia
Esta preciosa isla conocida por sus playas y sus bosques sigue quemándose: ya son siete días en los que los esfuerzos titánicos de bomberos, voluntarios y ejército no cesan aunque los residentes locales tampoco cesan sus quejas. Se sienten abandonados por el estado , pero nadie los critica: la gran mayoría de los bosques que rodean sus pueblos llevaban años sin ser limpiados y la ausencia de cortafuegos y caminos forestales despejados sigue haciendo la labor de quienes apagan las llamas muy difícil. La lista de los pueblos en peligro esta mañana es larga: sin llamas (pero con peligro de nuevos focos) el frente de Faracla, Spathari, Kalivia y Trupi mientras que ahora arde Kamatriades, Monokaria, Galatson y Avgariá. En la lucha están ahora los aviones cisterna que ven su labor dificultada por las enormes nubes de humo que cubren la zona.
«Esto parece el apocalipsis» comenta un periodista griego que cubría ayer noche la evacuación de residentes y algunos turistas, muchos de ellos ancianos, de la zona de Pefki: embarcaron en un ferryboat, el 'Edipsos', para ser trasladados a un lugar seguro en la zona de Edipsó. Porque el norte de la isla sigue en llamas y el fuego solo termina en el mar .
Los bomberos griegos trabajan mano a mano con sus homólogos, húngaros y rumanos que llegaron hace dos días. «Han trabajado sin parar para apagar el fuego» dijo Argiris Liaskos, el Segundo Alcalde del municipio de Mandudi-Limni-Agia Ana. «Quiero mostrar mi agradecimiento a esto chicos porque trabajaron a fondo y sin parar hasta ver un resultado. Si no estuvieran aquí, todavía seguiríamos con llamas. Nos han enseñado mucho».
Liaskos también agradece la ayuda de los trabajadores forestales, que tienen el mote de «serradores»: «con sus sierras y sus lámparas trabajan noche y día».
El Alcalde de Isteas, Yanis Konziás, la ciudad costera donde ahora llegan muchos evacuados, se muestra un poco optimista: «la situación se normaliza, las llamas se apagaron en el mar». Y se espera que hoy se consiga apagar los fuegos en esta zona. Pero la isla está destruida: se habla de casi 50.000 hectáreas quemadas en la isla y más de mil casas destruidas. Y la pérdida no solo de hogares, sino de muchos cultivos, así como del trabajo de quienes vivían del bosque, como los que recogían resina y tenían colmenas.
Llegan las ayudas a todos los afectados del país
El Ministro de Economía Jrístos Staikúras ha anunciado ayudas rápidas sin dar muchos detalles. Para las primeras ayudas de objetos para la casa se alcanzará la cantidad de 6.000 euros por familia, para quien deberá arreglar o reconstruir su casa tendrá un 80% de ayuda estatal y un 20% de préstamo con garantía estatal. Asimismo se aplazarán durante seis meses las obligaciones fiscales y el pago de cotizaciones a la seguridad social, congelándose también los préstamos bancarios para quien paga con regularidad. Y lo más importante: habrá financiación para obras de protección contra las inundaciones y cortafuegos.
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