La ola de frío paraliza Europa Central y del Este

Ha llegado la esperada nieve a Europa Central y del Este. En Alemania las bajas temperaturas no variarán hasta el viernes, mientras tormentas de nieve en Rumania, Serbia, República Checa y Polonia han dejado estragos: en Bucarest y en otras regiones del sureste rumano, las fuertes nevadas han obligado a las autoridades del Ministerio de Educación a cerrar este lunes las escuelas. Las tormentas del fin de semana en la zona han producido cortes de energía eléctrica y han obligado al cierre de caminos y la cancelación de viajes por tren y avión, mientras la costa croata del Adriático ha sido impactada por temperaturas inusualmente bajas y fuertes vientos.

Según informa el Ministerio de Transporte rumano, 12 caminos principales han sido cerrados el domingo debido a las nevadas, así como tres puertos del país en el Mar Negro a causa de los vientos.

Unas 14 comunidades en Rumania han sufrido cortes de energía eléctrica y las autoridades ferroviarias han dicho que al menos 20 viajes de tren y tres vuelos han sido cancelados. Según el ministerio de interior, unos 6.000 empleados se encuentran trabajando para retirar la nieve de las calles y vías de acceso a los centros urbanos.

Fuertes vientos

La ola de frío también ha afectado a otros países de la región causando problemas de tránsito y apagones. El Ministerio de Interior polaco informó que desde noviembre, 72 personas han muerto a causa de las bajas temperaturas, mientras otras 29 han fallecido por asfixia con los gases de los calentadores de carbón. En Bulgaria, una fuerte nevada de más de 38 centímetros se registró en algunas partes de la nación balcánica y las temperaturas descendieron a -10 grados centígrados. En Croacia, las bajas temperaturas y fuertes vientos que azotan su costa han interrumpido líneas ferroviarias y tráfico aéreo en Duvrovnik.

Cientos de refugiados que viajaban desde Macedonia previsiblemente hacia Alemania por la vía de los Balcanes han caminado entre la nieve, soportando temperaturas congelantes para llegar el domingo al centro de registro en Presevo, al sur de Serbia. Según Milica Nikolic, un doctor en el campamento de registro, los refugiados han corrido el riesgo de congelarse debido a las bajas temperaturas. Trabajadores humanitarios en el campamento ha servido alimentos calientes a los migrantes el domingo, antes de reanudar el lunes su odisea a Europa Occidental.