125 empleados de la Iglesia Católica alemana salen del armario

Denuncian que tenían miedo de declarar públicamente su condición sexual porque podría acarrear la pérdida de su empleo

Catedral de Regensburg, al sur de Alemania AFP

Rosalía Sánchez

Este lunes arranca en Alemania la campaña #OutInChurch, en la que 125 empleados de la Iglesia Católica se declararán homosexuales por primera vez en público, incluyendo religiosos, asistentes pastorales, profesores de educación religiosa y administrativos y con la ayuda de un programa de televisión que emitirá esta noche el canal público RDA. Los participantes en esta campaña denuncian que tenían miedo de declarar públicamente su condición sexual porque podría acarrear la pérdida de su empleo, una consecuencia que esperan evitar haciéndolo en bloque. Uno de ellos es el sacerdote de 45 años Frank Kribber , asignado a la capellanía de una prisión en Baja Sajonia, que considera que «hay que despertar a los obispos para que no puedan seguir ignorando el tema, si nadie confiesa abiertamente, nada cambiará jamás en la iglesia ». «Durante muchos años me negué a la evidencia porque no estaba permitido ser así, porque ser así no era normal y trataba de superarlo. Como si no pudiera haber un sacerdote gay. Pero con el tiempo he entendido que la sinceridad con uno mismo y con los demás es más importante que las consecuencias», declara en el programa. «No quiero que la Iglesia, que es mi Iglesia, siga mirando hacia otro lado para no ver el intenso sufrimiento de los afectados», cuenta.

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«Todavía no me he ido de la Iglesia porque me importa la iglesia», dice el iniciador de la campaña, Jens Ehebrecht-Zumsande, profesor de educación religiosa gay de Hamburgo, «y porque no quiero dejar la interpretación de quién es católico y quién no solamente a los conservadores: no hay nada malo en mí y no voy a irme voluntariamente».

«Llevo una vida célibe»

El padre jesuita Ralf Klein, Superior de la comunidad de St. Blasien, relata en el documental su propia experiencia: «Llevo una vida célibe, por lo que considero que mi orientación sexual no es verdaderamente relevante, pero no quería vivir sin sinceridad en la comunidad y lo desvelé hace tiempo a mis hermanos; contuve la respiración después de decirlo ante la asamblea, pero ellos respondieron con cariñoso aplauso».

La mayoría de los participantes, sin embargo, no son religiosos, sino empleados a tiempo completo o voluntarios que están sometidos a un régimen laboral particular. Esta es, al margen de la casuística de historias particulares, la clave de la revelación. Solo Cáritas Alemania emplea a 600.000 personas. La Iglesia Católica es, de hecho, después del Estado alemán, el segundo mayor empleador del país y, según este documental, incurre en abierta discriminación incompatible con las leyes alemanas. El obispo de Aquisgrán. Helmut Dieser, se ha sumado también a la campaña con unas declaraciones en las que pide un «enfoque diferente de la Iglesia respecto a las personas homosexuales y una confesión de culpa por parte de la institución, además de una reevaluación inteligente y valiente de la violencia sexual». «Los homosexuales han sido devaluados y criminalizados por la Iglesia» , ha declarado en una entrevista publicada por Kölnische Rundschau, «ahora debemos pedir perdón y decir abiertamente que la orientación sexual es un don de Dios que no debe ser cuestionado, sino guiado tras los pasos de Dios».

El lanzamiento de esta campaña coincide con un momento delicado para la Iglesia católica alemana. Además del Camino Sinodal, que sigue avanzando en medio de una gran controversia, todavía no han sido digeridas las consecuencias del informe sobre abusos publicado recientemente en Múnich y que acusa de malas prácticas a finales de los años 70 a Joseph Ratzinger. «Esperamos que se abstenga a partir de ahora de seguir usando el tratamiento papal y sus títulos e insignias asociados», ha exigido la iniciativa «María 2.0». La asociación laica «Somos Iglesia» pide también «responsabilidades morales» y la Federación de Jóvenes Católicos Alemanes de la Archidiócesis de Múnich y Freising ha publicado una carta en la que señala la necesidad de «un cambio de paradigma» y un «indispensable cambio de sistema».

Iglesia necesaria

En momentos de tanta tribulación, el presidente del Partido Popular Europeo y miembro de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), Manfred Weber, ha hecho un llamamiento a la calma y ha recordado que «la Iglesia es necesaria en Alemania». « La Iglesia Católica necesita reformas profundas , la premisa de que solo los cristianos consagrados están a cargo debe llegar a su fin y debe quedar claro que todos los creyentes tienen los mismo derechos», ha afirmado, refiriéndose incluso a «estructuras podridas», pero recordando que «casi uno de cada dos europeos es católico y ninguno de ellos cree por sí mismo, sino en el seno de la Iglesia». «Los 200 millones de católicos europeos necesitan un Iglesia como autoridad creíble para la fe, que no lo será si se congela en el ritual de la tradición ni si se nivela en una moral políticamente secular, sino solamente si estimula una fe activa».

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