La variación en las horas de vuelo produce mayor cantidad de CO2
La variación en las horas de vuelo produce mayor cantidad de CO2 - Antonio Quintero

El CO2 altera los patrones de viento a la altitud que vuelan los aviones comerciales

Un estudio concluye que el transporte aéreo retroalimenta el cambio climático al consumir más combustible por el cambio en los vientos

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En solo tres rutas de vuelo entre Honolulu y la costa oeste de Estados Unidos, los cambios en los patrones de viento sobre el Pacífico Norte podrían costar 1,4 millones de dólares en combustible y provocar una emisión adicional de 4,6 millones de kilos de CO2 al año, según un artículo publicado en «Nature Climate Change». Los autores sugieren que si estas cifras se extrapolan a la industria global de las aerolíneas comerciales, las emisiones anuales de CO2 de origen antropogénico podrían aumentar en un 0,03%.

El sector de la aviación comercial supone el 3,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero que están detrás del cambio climático antropogénico, según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ( IPCC). Pero, ¿qué impacto tiene el calentamiento del planeta en el transporte aéreo y cómo podría eso, a su vez, afectar a la tasa de calentamiento en sí?

Para contestar a esa pregunta investigadores de la Woods Hole Oceanographic Institution ( WHOI) y de la Universidad de Wisconsin Madison analizaron la diferencia de tiempo de vuelo de aproximadamente 250.000 vuelos entre Honolulu y Los Ángeles, San Francisco y Seattle, y los compararon con los vientos diarios observados en altitud de crucero, para identificar la influencia de los patrones de viento.

Los investigadores calculan la respuesta de estos vientos a las emisiones de gases de efecto invernadero usando 34 modelos climáticos globales. La mitad de los modelos predicen la extensión de la zona de salida de la corriente en chorro en el corredor entre Hawai y la zona continental de Estados Unidos. Los investigadores calculan que ese cambio se traduciría en aproximadamente 5,5 horas de vuelo adicionales por viaje diario de ida y vuelta y por ruta comparable. Y si se extrapola a las cuatro líneas aéreas que hacen esas rutas y se tiene en cuenta el número probable de viajes, el análisis calcula un coste anual de 1,4 millones de dólares en combustible y 4,6 millones de kg de CO2.

«Los patrones de circulación de viento en niveles altos son el principal factor que influye en los tiempos de vuelo», explica Kris Karnauskas, científico asociado en el Departamento de Geología y Geofísica de WHOI y autor principal del estudio. «Los tiempos de vuelo más largos significan que los aviones han tenido que consumir más combustible. Y la consecuente entrada de CO2 adicional a la atmósfera puede retroalimentar y amplificar estos cambios emergentes en la circulación atmosférica».

Influencia del fenómeno El Niño

Los investigadores analizaron las horas de salida y llegada de más de 250.000 vuelos durante los últimos 20 años, gracias a una base de datos mantenida por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, y los compararon con los gráficos de la variabilidad del viento en escalas de tiempo climáticas, dándose cuenta de que encajaban. Incluso después de suavizar las diferencias estacionales –la corriente en chorro es siempre un poco más fuerte en invierno y más débil en verano–, y dejando solo la variabilidad anual, los gráficos se acoplaban casi a la perfección.

La velocidad del viento en el nivel de vuelo explicó el 91 por ciento de la variación en los tiempos de vuelo año a año. Además, el resultado también señaló la influencia del fenómeno El Niño. Así, a medida que la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial sube y baja, las ondas atmosféricas se abren hacia las latitudes altas de ambos hemisferios, donde cambian los patrones de circulación.

«Estamos hablando de anomalías que ocurren más abajo del ecuador y que están afectando a la atmósfera de una forma espacialmente amplia, que probablemente está influyendo en vuelos en todo el mundo», dice Karnauskas.

Una vez que los investigadores habían demostrado que la circulación atmosférica afecta al tiempo en que los aviones están en el aire, comenzaron a preguntarse sobre el impacto que el cambio climático tendría en la industria aérea. Según el estudio, hay aproximadamente 30.000 vuelos comerciales diarios en los Estados Unidos. Si sumando ida y vuelta el tiempo total de vuelo cambia en un minuto, los aviones comerciales estarían en el aire aproximadamente 300.000 horas más por año. Esto se traduce en aproximadamente mil millones de galones adicionales de combustible de aviación en un año, o sea, unos 3.000 millones de dólares en combustible y unos 10.000 millones de kilos más de CO2 emitidos a la atmósfera.

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