La marea negra pone a California en estado de emergencia

Un par de manchas de petróleo de más de 14 kilómetros se extienden por la costa de Santa Bárbara, en el estado estadounidense de California, según ha advertido la Guardia Costera del país, tras el vertido registrado este martes por la rotura de un oleoducto subterráneo.

Las fugas del oleoducto podrían alcanzar los 400.000 litros, de los que decenas de miles habrían alcanzado el Océano Atlántico, según han informado portavoces de la compañía operadora del oleoducto «Plains All American Pipeline».El Centro de Información Unificado, responsable de la gestión de la crisis medioambiental, calcula cifras similares.

De acuerdo al equipo de la Guardia Costera, el accidente tuvo lugar el martes 19 y no fue controlado hasta las tres de la tarde, hora local.

La mayor parte del crudo se ha ido filtrando a través de las alcantarillas al mar, tal y como ha detallado el medio local « Los Ángeles Times».

Según ha explicado la compañía responsable del oleoducto, la alcantarilla fue bloqueada para evitar que más petróleo fluyera hasta las costas de Santa Bárbara. Las autoridades federales, estatales y locales se han desplazado hasta el lugar de los hechos para investigar las causas de la fuga y coordinar los esfuerzos de limpieza.

Estado de emergencia

El gobernador de California (EEUU), Jerry Brown, ha decretado el estado de emergencia en el condado de Santa Bárbara por la fuga de petróleo. «Esta declaración de emergencia corta la cinta roja y permite que el estado movilice con rapidez todos los recursos disponibles. Haremos todo lo necesario para proteger la costa californiana», ha indicado Brown en un comunicado.

La compañía Plains All American Pipeline tiene aún que excavar hasta la fractura de la tubería que está instalada junto a la línea de costa desde 1987.

Santa Bárbara es una zona con intensa actividad petrolera y numerosas plataformas marinas extraen crudo a la vista de los bañistas. En 1969 otra fuga originada esa vez en una de esas plataformas durante once días causó un vertido al Pacífico de 15,9 millones de litros de petróleo.